Sobreseyeron por quinta vez al ex novio de una estudiante asesinada de 23 puñaladas
La querella apelará el fallo Una nueva pericia determinó que su ADN no coincide con sangre hallada en la ropa de la víctima, Marianela Rago. “Esto me deja un sabor muy amargo”, dijo la mamá.
Ocho años después del brutal asesinato de la estudiante de Periodismo Marianela Rago Zapata, la Justicia sobreseyó por quinta vez al ex novio de la joven, Francisco Amador, principal sospechoso del crimen.
Marianela fue degollada y recibió 23 puñaladas en su departamento de Tucumán 2020, en el barrio porteño de Balvanera, el 28 de junio de 2010. La chica tenía 19 años y había venido desde Tierra del Fuego a estudiar a Buenos Aires. La noche del sábado había hecho una “previa” con amigos de Río Grande en su casa y luego todos habían ido a un bar de Palermo. Ya en la madrugada del domingo, ella se había ido sola de ese lugar rumbo a su casa. Los investigadores siempre sospecharon que se encontró con alguien en el camino, que fue con esta persona a su departamento -por propia voluntad o amenazada- y que allí la mataron. El asesino se llevó su DVD, unas llaves y una computadora.
Amador, quien hoy tiene 31 años, estuvo detenido, fue procesado y sobreseído por el asesinato en reiteradas oportunidades. En junio del año pasado la causa volvió a fojas cero. En ese momento, la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ordenó hacer una reconstrucción del hecho, analizar las muestras de cabello, sangre y huellas dactilares recolectadas de la escena del crimen y determinar si las heridas que le encontraron a Amador en la revisación médica cuando fue detenido habían sido causadas por la víctima al defenderse.
Los nuevos cotejos realizados en esta quinta instancia determinaron que la sangre encontrada en el pantalón no era de Marianela. Pero las pericias tampoco pudieron determinar que pertenecieran al ex novio, según informaron a Clarín fuentes con acceso al expediente. Ese fue el fundamento central por el que la jueza en lo Criminal y Correccional N° 15, Karina Zucconi, decidió sobreseer a Amador por quinta vez. Voceros del caso señalaron que la huella hallada en una lata de gaseosa y un cabello encontrado en la casa no pudieron ser identificados.
La mamá de la víctima, Patricia Za- pata, siempre sostuvo que el asesino era el ex novio de su hija. Incluso le escribió varias cartas abiertas en Facebook pidiéndole que lo confesara. Ayer, tras la difusión del sobreseimiento, se quejó de la medida. “Estoy muy cansada. Tenía esa luz de esperanza que llevas día a día, esperas que se avance en algo”, le dijo a Clarín. Y agregó: “No lo puedo creer pero no tengo otra cosa. Yo creo que se hicieron mal las cosas desde el principio”.
Más allá de la prueba negativa de ADN, Zapata cree que “había algunas cosas como para que Amador quedara procesado”. Entre esas “cosas”, enumera el fallido pedido a Facebook para recuperar y ver los mensajes la cuenta del sospechoso, que el joven desactivó después del crimen de la chica. La empresa nunca contestó el requerimiento de la Justicia argentina, según dijo la mamá de la víctima.
El día que mataron a Marianela, el autor del crimen robó todos los dispositivos electrónicos que hubieran permitido saber si la chica intercambió mensajes con su pareja y otras personas en los días previos al asesinato. Las sospechas también se generaron en torno a las heridas que presentaba el sospechoso. En julio de este año, como parte de la decisión de la Cámara de volver a investigar el homicidio, una junta médica determinó en base a la reconstrucción del hecho que “es altamente probable que las lesiones halladas en la oportunidad de ser examinado el imputado (Amador) sean producidas por la víctima Marianela Soledad Rago Zapata en un intento de defensa esgrimida frente a la agresión padecida probablemente con una cuchilla o bien cualquier arma blanca utilizada en esa oportunidad”.
“Los médicos y enfermeros que lo revisaron descartaron que ellos pudieran haberle dejado esas marcas cuando lo trasladaron, como él dice”, afirmó Patricia. Y agregó: “Por ahí si lo procesan se quiebra y dice algo, pero no tenemos otra cosa”.
Más allá de las críticas a la última decisión judicial, Zapata apunta contra los errores del inicio de la investigación. Cree que si se hubiera trabajado mejor en la escena del crimen, hoy el destino de la causa sería otro. “Marianela tenía las uñas demasiado largas. Y ahí no encontraron nada. Yo creo que se podría haber sacado algo de cuando se defendió”, dijo Patricia.
“Esto me deja un sabor muy amargo. Yo voy a seguir viendo qué se puede hacer. En realidad, ya no se qué hacer. Ojalá que algo surja, que alguien se quiebre. En un asesinato tan sangriento, no puede ser que no haya nada más que una gota de sangre. Más allá de Amador, yo no puedo creer que no haya ningún culpable”, agregó Patricia. La defensa de la familia de la estudiante adelantó que apelará el fallo. ■
No pudieron identificar una huella recolectada en una lata de gaseosa y una muestra de pelo.