La mirada de Lanata sobre el Che Guevara
Con guiones suyos, el periodista cruzó distintas voces, lejos de la condena y la bendición.
Ni bueno, ni malo, ni bendito. Complejamente humano. Así mostró Jorge Lanata al primero de sus Malditos (miércoles a las 23, por El Trece). Su nuevo ciclo de documentales se abrió con la reconstrucción -o deconstrucción- del Che Guevara, repartiendo sobre la pantalla las distintas piezas del rompecabezas. Por lo visto en el debut, no se trata del típico perfil de un personaje conocido o reconocido que hace escalas en los rasgos que los años arrinconan finalmente entre los lugares comunes. Sin lupa que agigantara nada, esta vez se corrió el velo del líder revolucionario, sobre el que distintas miradas aportaron sus desparejas dosis de luces y sombras.
A partir de ahí, entonces, sin prejuicios ni condenas, y con un delicado toque de poesía en el hilván que propusieron los textos de Lanata, cada espectador habrá podido armar, en caso de haber querido, su propio Che, con muchos más elementos que el merchandising abrumador de las leyendas. “A la hora de hablar de los mitos, todo es cierto o todo es mentira. La realidad es un accidente (…) Los mitos son los que necesitamos que sean”, explicó en off el creador de este proyecto.
“El Che es como el James Dean de la política”, “Fue un luchador en contra de la injusticia social en el mundo”, “Un Cristo revolucionario”, “Era el fiscal supremo de los paredones”, “Un hombre que era, según confesión propia, una máquina de matar”. Con ese compilado de frases, entre otras, empezó a dibujarse el mosaico de voces que se oirían a lo largo de casi una hora.
Y ya sobre el final, Martín Caparrós le puso sonido a su pensamiento: “Es casi triste pensar que a alguien lo salvó su muerte. Pero, si a alguien le pasó, probablemente sea a Ernesto Guevara”.
Con idea original del conductor de Periodismo para todos (domingo a las 22, por El Trece), Malditos fue concebido como un especial de cuatro emisiones, que -además de Ernesto Guevara- incluye a Diego Maradona y Lionel Messi (los dos el mismo día, en una suerte de duelo de cracks, capaces de despertar distinto tipo de pasiones), al periodista Bernardo Neus- tadt y al ex presidente venezolano Hugo Chávez. Cada día habrá distintos testimonios que permitirán colorear el cuadro casi completo. Si las siguientes entregas repiten la estructura inicial, la pincelada final siempre será del televidente.
Para conocer o repasar los diferentes aspectos del hombre nacido en Rosario en 1928 -con paradas temáticas en su infancia, su adolescencia, su carrera de médico, su rol como uno de los responsables de la Revolución cubana-, Lanata entrevistó a Jon Lee Anderson, biógrafo estadou- nidense del Che, y al analista político peruano Alvaro Vargas Llosa (hijo del gran Mario), y planteó un interesante contrapunto con los análisis de Lucila De Ponti (diputada nacional del Movimiento Evita) y Nicolás Massot (diputado nacional del Pro), entre otros.
No se trató de un desfile de invitados en un estudio. No fue un “trayendo”, sino un “yendo”, un ir de Lanata a cada casa, a cada bar, a cada estudio, a cada palabra buscada. Incluso se sentó en el centro del escenario de las Naciones Unidas.
Toda esa búsqueda luego se plasmó en pantalla con un registro visual netamente artístico, casi siempre matizado por el humo de su cigarrillo o la presencia de sus sombreros, dos de sus sellos de autor. El tercero, la provocación. Porque de eso, en parte, se trata Malditos (“Algo te pasa cuando los ves”, sentencia la promoción del programa).
No te dan el pin del Che, ni te regalan el tatuaje, te desnudan a un hombre del que se dijo mucho, pero al que siempre se puede volver para (intentar) entender el fenómeno. ■