Para evitar su fuga, trasladaron a Jones Huala a una prisión de Esquel
Lo decidió el juez horas después de que la Corte Suprema autorizara su extradición para que sea juzgado en Chile.
El lonko Facundo Jones Huala fue trasladado nuevamente este sábado a la Unidad 14 de Esquel, Chubut, ante la posibilidad cierta de una fuga, después de que la Corte Suprema de Justicia dictaminara el viernes su extradición a Chile. Personal de la Policía Federal Argentina acudió al hogar de su abuela Trinidad Huala, donde se hallaba alojado y, según pudo averiguar Clarín, puso resistencia. Jones Huala habría agredido al personal policial en su rotunda negativa a dejar la casa para ser conducido a la prisión. Finalmente pudo ser reducido y calmado por los agentes. Durante las últimas horas, luego de darse a conocer el fallo del Tribunal Superior, corrían fuerte los rumores en la Cordillera de que el lonko podría una vez más huir y desaparecer en los extensos campos de la Patagonia. Se sabe que él y sus seguidores tienen un profundo conocimiento de la región y de los antiguos pasos que históricamente utilizaban los mapuches para andar por la montaña.
El juez federal Gustavo Villanueva ordenó que el referente indígena regrese al penal de la localidad cordillerana porque entendió que Jones Huala podría escapar, tal como ya lo hizo en otras oportunidades estando bajo similares condiciones. El lonko se encontraba desde el 27 de junio pasado en la casa de su abuela, ubicada en un barrio de Esquel no lejos del centro comercial, donde mantenía un régimen de custodia y visitas restringidas. Al creador de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) tampoco le estaba permitido consumir alcohol ni realizar reuniones con grupos de personas, al tiempo que tenía limitado su contacto con la prensa.
En 2013, estando en prisión domiciliaria en Chile, Jones Huala se fugó y cruzó la frontera por un paso clandestino hacia la Argentina. Nunca regresó. El lonko había sido detenido en ese país acusado de haber incendiado una propiedad al interior del fundo Pisu Pisue, cerca de Valdivia, en compañía de otras cinco personas. Entre ellas una machi (autoridad espiritual mapuche)
En noviembre de 2014 los demás involucrados en la acusación fueron absueltos por un tribunal de la Región de los Lagos, pero quedó pendiente el caso de Jones Huala quien no había comparecido ante los jueces trasandinos. El referente indígena arriesga una pena de hasta 10 años de prisión si se lo encuentra culpable de participar en el incendió y de posesión de armamento artesanal.
A fines de junio de 2017 la policía detuvo al lonko cerca de El Bolsón. A partir de ese momento, Jones Huala transcurrió los siguientes 14 meses, en su mayor parte en la cárcel de Esquel, a la espera de que la Justicia determine si era correcto el trámite de extradición pedido por los chilenos. Este viernes los jueces Ricardo Lo- renzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda desestimaron los planteos formulados por la abogada Sonia Ivanoff y ordenaron que se ejecute el fallo original del juez Villanueva quien aprobó su traslado. Los jueces subrayaron en su fallo que no existe una vinculación entre los hechos de violencia (quema de vivienda, agresiones a personas) con la causa política que dice el lonko encarnar.
Antes de su viaje a Chile, la Justicia también deberá resolver qué sucederá con las causas pendientes contra Jones Huala en el país. La empresa Compañía de Tierras del Sud, del Grupo Benetton, mantiene un litigio con Jones Huala por usurpación y robo de animales. ■
Huala habría agredido al personal policial en su rotunda negativa a dejar la casa de su abuela.