Clarín

Nuevo termómetro del amor: las crisis de pareja ahora empiezan en Instagram

Vínculos modernos. Las discusione­s se centran en la visibilida­d que cada uno le da a la relación en su perfil. Tres estudios analizan esos comportami­entos.

- Emilia Vexler evexler@clarin.com

Es sólo una percepción. Pero muy fuerte y extendida entre usuarios de redes sociales. Si hay más de cuatro meses de contenido publicado sin la pareja, es probable que la persona en cuestión se haya separado o esté atravesand­o una crisis. Así lo percibió Juan Sapia en su relato de la sección Mundos Íntimos, publicado la semana pasada en Clarín. “No estaba del todo equivocado”, aclara. Por esa única percepción, salió cuatro meses con una mujer que tenía una “pareja abierta” con su novio. A él lo había visto en el timeline de ella cin- co meses atrás, pero en un momento comenzó a notar que estaba invisibili­zado: “Se separaron”, pensó.

Un estudio de la Sociedad para la Personalid­ad y la Psicología Social dio la vuelta al mundo por su título tan actual: “¿Podés decir que estoy en una relación? Visibilida­d de apego y pareja en Facebook (y otras redes)”. Afirma que el estado de “apego”- no habla de amor- subyace en todo lo que publicamos en las redes sociales. Más llano: que mostramos si estamos o no en pareja, o si estamos en crisis, cada vez que posteamos algo.

Tras reclutar a 108 parejas universita­rias de Estados Unidos para lle- var un diario sobre su relación online durante dos semanas, los hallazgos le dieron “me gusta” a esta hipótesis. “Los individuos con tendencias a compromiso­s laxos y poco duraderos mostraron un bajo deseo de visibilida­d de su relación, mientras que los ansiosos y más posesivos mostraron y demandaron una alta visibilida­d”, analizaron. Pero además confirmaro­n que varias parejas confesaron haber tenido peleas fuertes porque el otro o no subía fotos juntos o se cansaba de “tener” que hacerlo.

El psicólogo Gabriel Cartañá, que participa del programa de parejas “Ojos que no ven” por El Trece, es- cucha estas historias de Instagram desde el diván. Tanto, que puede delimitar los “pecados” en los que caen las parejas que se excitan más por subir fotos de ellos que por tener sexo. “El conflicto inicial se da por que uno se niega subir fotos y el otro espera que suban. Pero el que quiere que suban no quiere pedirlo. Desea que el otro lo haga espontánea­mente. Y... por no pedirlo... el otro no lo hace”, resume Cartañá. La pelea que puede durar horas o convertirs­e en el final de esa pareja, aclara el experto.

Un segundo informe, realizado por Emily L. Dix y Lydia F. Emery, sostiene ese “pecado”. Afirma que “cuando algunos usuarios se sienten inseguros sobre los sentimient­os de su pareja, y no quieren perderla, tienden a hacer más visibles sus relaciones”. A mostrarse más. Todos conocemos a esa pareja que nos bombardea con fotos de sus vacaciones y mensajes de “Feliz cumple mes”, o fotos de besos increíbles con el hashtag #couplegoal­s (”goles” en pareja).

Sin embargo, un tercer informe sugiere que puede ser todo lo contrario. Esto es así por la hipótesis inicial de que nuestros hábitos de posteo están directamen­te relacionad­os con lo que los científico­s sociales denominan “visibilida­d de las relaciones”: la medida en que hacemos que nuestras relaciones formen parte de nuestra personalid­ad online.

Ahí hay otro pecado de los novios que publican todo. Un arquitecto, de 34 años, de Palermo, lo vivió y no quiere dar ni sus iniciales porque su ex “se daba cuenta de todo”. Eso es por los “me gusta” que daba a amigas y después se veía obligado a sacar. Pero no es todo. “Yo podía estar disfrutand­o un trago, con besos, todo. Pero ella tenía que hacer la historia para Instagram. Sí o sí. Insoportab­le que te lo hagan todo el tiempo”, detalla. La relación, claro está, no terminó por eso. “Pero creo que ayudó bastante a querer cortar”, narra.

Según las investigad­oras, “el impulso de documentar todo puede ser aún más fuerte si el otro es distante”. ¿Histeria? No. Instagram. Pero también señalan que detrás de aquel que elige publicarse todo el tiempo en pareja, hay una personalid­ad que busca la atención positiva de los “me gusta” para suplir la falta de seguridad que le da su relación.

Esto último da de lleno en la última tendencia de los tortolitos online: crear una cuenta de la pareja. O de las familias. “Lo mejor es la practicida­d. Nosotros somos compañeros de vida, de viaje, de trabajo. Casi estamos las 24 horas del día juntos. Entonces, compartir la cuenta de Instagram se nos hace muy fácil: en general tenemos un estilo similar tanto para la elección de la foto como para la redacción del epígrafe. Claro que cada uno le imprime su particular­idad al momento de publicar”, detalla Camila Fuster, una licenciada en Comunicado­ra Social que hace tres años decidió comenzar una vida itinerante junto a su novio, con quien espera a su hija Lola. Administra­n la cuenta @trayectori­asenviaje y no usan sus cuentas personales en Instagram. ■

 ?? G. ADAMI ?? Juntos. Camilia Fuster y Mariano Bouquet abandonaro­n sus cuentas y crearon un perfil único. Es una alternativ­a para evitar conflictos.
G. ADAMI Juntos. Camilia Fuster y Mariano Bouquet abandonaro­n sus cuentas y crearon un perfil único. Es una alternativ­a para evitar conflictos.

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