La lectura y la narración como bases del crecimiento
Hace pocos días, Clarín publicó que “Siete de cada 10 alumnos de 4° grado tienen un nivel de escritura bueno o aceptable”.
A raíz de los resultados de la prueba aprender 2017, realizada en 138 escuelas de gestión oficial y 117 en escuelas privadas, arroja resultados bastante optimistas si los comparamos con los de años anteriores. De acuerdo al artículo, la lectura narrativa ha ido variando notablemente en la CABA, y los resultados se podrían leer como un avance en los alumnos; los mismos arrojarían estos resultado: 89% son resultados satisfactorios y y avanzados en las privadas, y 65,5% en las instituciones de gestión oficial.
Las escuelas primarias de la CABA han avanzado notoriamente en lectura narrativa. Es porque sobre la base de una plataforma, formada por capacitadores y docentes correctores, la lectura y la narración en un niño de entre 8 y 10 años alimenta la creatividad y la expresión oral y escrita, por ello los niños se expresan con fluidez y aumentando su vocabulario. No interesa a los ejecutores de las pruebas el nivel socioeconómico de los niños de 4° grado, con lo cual es evidente que la acción de la escuela es la base.
No aparece en la nota, pero debemos sumarlo, ya que en jardín de infantes la lectura narrativa hoy es una actividad sumamente utilizada. Esta noticia debería llenarnos de satisfacción, pues, al menos en educación, los argentinos estamos creciendo.