San Lorenzo Lo tenía y se le escapó
Ganaba 1-0 en Santa Fe y Navarro había atajado un penal. Unión se lo empató en el descuento.
San Lorenzo no se define como equipo. En Santa Fe volvió a mostrar esa irregularidad que no le permite conseguir una identidad. Por momentos, se impone con claridad y precisión, cuando se encuentran los jugadores técnicos pero en otros pasajes queda muy desequilibrado y lo termina pagando caro. Le pasó contra Lanús y le volvió a suceder anoche. Así, sigue sin ganar en la Superliga. Unión, por su parte, salvó el invicto de más de un año que lleva como local. Acumula 15 partidos sin perder (la última derrota en el 15 de abril fue el 22/06/2017 contra Independiente 3 a 0). Y el empate sobre el final, además, le sirve para llegar con un envión anímico al clásico contra Colón.
Un ejemplo claro de lo que Claudio Biaggio debe querer para su equipo se vio en el gol a los 11 minutos. Velo- cidad, precisión y definición. San Lorenzo tiene elementos para hacerlo y así se dio en un contraataque. Mouche salió eyectado tras un córner desaprovechado por el local y se dio cuenta que necesitaba compañía. Entonces, hizo una pausa clave para la llegada de apoyo ofensivo. Botta, Reniero y Blandi pasaron la línea de la pelota y fueron opción para el ex Boca. Apareció Reniero para tirar un centro pasado, Blandi para recibir y aguardar cierto desmarque en el área y de nuevo Reinero para definir de cabeza. Golazo. Por características y tal vez por una onda moderna post mundialista la tenencia ha quedado para pocos. La Superliga se hizo eco de aquello. San Lorenzo es, quizá, uno de esos equipos. Luego del gol se fue a defender lo conseguido “contra las cuerdas”. Por demás.
Y Unión, conociendo las falencias aéreas de su rival, apostó a que cualquier tiro libre en campo ajeno sea una chance de gol. Corvalán perdió su chance en la soledad más absoluta del área grande. Su cabezazo se fue a las manos de Navarro. Esta situación de juego no condena el primer tiempo de los marcadores centrales azulgranas, que asomaban como lo más destacado del partido pero San Lorenzo tropezaba contra su déficit.
En el complemento esos conceptos de cada uno se profundizaron en el comienzo. Unión tenía una carga en esa búsqueda aérea. Y es que podía volverse su peor solución al dejar librados los espacios para la contra de los rapiditos. La lluvia de centros tatengues era pura estrategia. Pero todos esos intentos chocaban con un Navarro sobresaliente. A Troyansky dos veces. A Soldano en otra. Puro reflejo e intuición. En las demás, la suerte jugó a favor de la visita.
Pero no iba a durar mucho. El empuje del local se hizo sentir y San Lorenzo se fue quedando. En ese ir Rodrigo Gómez fabricó un penal y Mauro Vigliano compró. El propio Droopy ejecutó y Navarro atajó de manera espectacular. Ese cachetazo sacudió a un San Lorenzo desbalanceado tácticamente. Esta situación lo obligó a reorganizarse porque Unión era punzante y llegaba con superioridad.
Tras corregir y después de calmarse el ataque desenfrenado local, Biaggio y compañía empezaron a respirar. Pero cuando saboreaban la primera victoria en la Superliga, apareció Fragapane en tiempo de descuento para evitar la victoria que ya tenía en la valija para llevarse a Boedo.w