La divisa en $ 31,54 pese a que el Central vendió US$ 210 millones
El dólar mantuvo ayer la tendencia al alza que la semana pasada lo llevó a superar los $ 31 y arrancó la semana subiendo 8 centavos, a un nuevo récord de $ 31,54, luego cayó a $ 31,47 y cerró finalmente en $ 31,54.
En la jornada, el BCRA retomó sus intervenciones: primero subastó US$ 300 millones, a un precio promedio de corte de $ 30,8683, de los cuales el mercado tomó US$ 100 millones. Luego vendió 110 millones más. Así las cosas vendió US$ 210 millones para contener la divisa.
Por su parte, en el mayorista la divisa registraba una suba de 3 centavos, a $ 30,91. Este mercado es donde operan bancos, grandes empresas y el Banco Central, y cuya cotización termina incidiendo luego en el canal minorista, donde compran los ahorristas.
La semana pasada, el pesimismo sobre Argentina hizo subir 49 centavos el dólar, que pasó la barrera de los $ 31 sin intervención del Banco Central. El Merval retrocedió 5,4% por la caída de las acciones financieras y el Riesgo País volvió a subir hasta 700 puntos. Este último indicador, clave para el costo del crédito, bajó 12 puntos al mediodía del lunes: marcó 688.
Respecto al dólar, hasta el viernes la estrategia del Banco Central era no intervenir salvo que se disparara la cotización. Básicamente para no perder reservas. Pero la suba en el arranque de la semana convenció a la entidad que conduce Luis Caputo a ofrecer para calmar un poco a los mercados.
La visión del Banco Central es que si no hay episodios disruptivos (movimientos bruscos de precios con poco volumen operado) no hay motivo para intervenir. En Reconquista 266 dicen que su objetivo no es anclar ni retrasar el tipo de cambio, pero sí reducir la volatilidad.
Por el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional, y porque la prioridad es mantener un tipo de cambio flotante con intervenciones mínimas, el Gobierno no tiene intenciones de vender reservas para frenar la escalada porque no quieren caer, otra vez, en la zona del “atraso cambiario”. Por lo mismo, si bien la inflación es un problema, no es hoy la prioridad, que pasa, sí, por controlar el frente fiscal.
Para Pablo Castagna, director de Portfolio Personal, la agenda de esta semana no marca hechos relevantes. “No habrá licitaciones de deuda, que sirvan como referencia, y tampoco se esperan informes de política monetaria. No obstante, la atención se centra en la posibilidad que el Gobierno busque un paquete adicional de ayuda, con el objetivo de terminar de despejar las dudas que se mantienen sobre la viabilidad del programa financiero. Esto sería sin dudas un buen punto”, dijo.w