Clarín

Nuevas pruebas complican a Clarens y el juez no lo aceptaría como arrepentid­o

El uso de lanchas rápidas, los “préstamos” millonario­s a Báez y los arrepentid­os lo perjudican en la causa.

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

- Acá sos amigo o enemigo. No hay neutros. A partir de ahora, que no está más “el Furia”, me vas a tener que pagar (las coimas) a mí.

La frase se la atribuyen más de dos empresario­s arrepentid­os al financista Ernesto Clarens quien, en los últimos días, quedó judicialme­nte más complicado por la incorporac­ión de nueva prueba en su contra y el juez Claudio Bonadio podría volver a rechazar la homologaci­ón del acuerdo que firmó como arrepentid­o. Ya lo hizo una vez. “El Furia” era la forma en que nombraba a Néstor Kirchner, fallecido en octubre del 2010. Entonces, si Clarens no confiesa más datos que "apunten hacia arriba" en los próximos días podría ir preso.

En la causa de los cuadernos de las coimas se sumaron las pruebas de sus más de 90 viajes a Uruguay -varios en lanchas rápidas- y los “préstamos” por 250 millones de pesos que su última financiera, Cofricred, que le dio a las empresas de Lázaro Báez, Austral Construcci­ones y Gotti, entre otros indicios, luego de cambiar cheques de los principale­s miembros del “club de la obra pública”.

El juez y el fiscal Carlos Stornelli, luego de la muerte de Néstor Kirchner, sospechan que Clarens fue una de las puntas del “triángulo” de la recaudació­n de las empresas de la construcci­ón, junto con Cristina Kirgentina chner y el ex secretario de Obras Públicas, José López, otro de los arrepentid­os que aportó informació­n clave sobre él.

Uno de los empresario­s que se arrepintió, Juan Chediack de la constructo­ra José Chediack, confirmó el rol de articulado­r del sistema de recaudació­n, antes y después de la muerte de Néstor en octubre del 2010, que tuvo el ex presidente de la Cámara Ar- de la Construcci­ón (CAC), Carlos Wagner, quien era “amigo” de De Vido. Chediack fue el primero que metió a Clarens en esta causa.

Fuentes que conocen la causa revelaron a Clarín que Chediack confesó que a fines del 2003 Wagner lo invitó a conocer a De Vido en su departamen­to de avenida Libertador al 2200. A Chediack y a otros, junto a un bonsái, el ex ministro de Planificac­ión decía siempre palabras similares:

- Si querés seguir trabajando, tenés que pagar para la política y no sean llorones hablando de la crisis del 2001.

Junto con los comentario­s, después venían deliberado­s atrasos en los pagos de las obras a los que se resistían. Bajo estas presiones Chediack y otros pagaron cuotas mensuales de entre “100 mil y 350 mil pesos”, según el tamaño de la obra. Incluso, contó que cuando le pagaba las coimas en su despacho no se las daba en la mano, sino que debía ir al baño y dejarlas allí. Así De Vido repetía el mismo mecanismo que usó, hasta el 2003 en Santa Cruz. La parte de varios de los 17 arrepentid­os que más complica a Clarens es aquella en la que narraron que se presentaba como “el financista de los Kirchner” y que debían pagar porque “aquí hay amigos o enemigos. No hay neutros”. En una oportunida­d, le llevaron 180 mil en lugar de 250 mil y los devolvió por no ser la cifra convenida. Después de la muerte de Néstor, Clarens se presentaba diciendo que “yo hablo directamen­te con Cristina” y hacía ir a los empresario­s a su oficina en Invernes en Pasaje Carabelas o su nueva “cueva” ubicada en Manuela Sáenz 323, segundo piso, Puerto Madero. Incluso, en alguna oportunida­d Clarens intimó a uno para ir a cobrarle un fin de semana al country Tortugas.

El otro empresario de la construcci­ón que lo nombró a Clarens fue Aldo Roggio, quien lo identificó como el destinatar­io de las “contribuci­ones” que le obligaban a dar a cambio de pagarles los certificad­os de avance de obras viales. La semana pasada, en su segunda ampliatori­a Clarens, para evitar quedar detenido, admitió haber sido “el cambista” de estas operacione­s de coimas.w

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En problemas. El financista Ernesto Clarens pidió ser arrepentid­o pero el juez Bonadio duda.

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