Para Macron, la seguridad europea no debe depender de la Casa Blanca
El presidente francés planteó esa estrategia ante 250 embajadores de su país. Crece el recelo hacia Trump.
La seguridad de la Unión dependerá de los europeos y no de Estados Unidos. Una nueva crisis humanitaria en Siria y el dictador Bashar al Assad no puede permanecer en el poder. La situación política en Libia y un cambio en la política Mediterránea para regular la migración. Uno a uno éstos fueron los temas diplomáticos del presidente Emmanuel Macron delineados ante sus 250 embajadores, convocados especialmente en el palacio del Eliseo ayer, cuando se inicia la campaña por las elecciones europeas.
Las vacaciones “pensativas” del presidente Macron finalizaron en el fuerte de Bregancon y comenzó su “rentré” laboral, con la anual convocatoria a los embajadores franceses en el mundo para marcarles “su hoja de ruta”.
“Europa ya no puede hacer depender su seguridad solamente de los Estados Unidos. Depende de nosotros hoy asumir la responsabilidad y garantizar la seguridad y, por lo tanto, la soberanía europea”, alertó el jefe de Estado francés, tras su experiencia con Donald Trump en el G7 en Canadá y en la cumbre de la OTAN. Por eso, presentará en los próximos meses “un reforzamiento de la seguridad a nivel de continente”.
“Nosotros debemos aprender de todas las consecuencias de la Guerra Fría”, aseguró. Precisó que desea el “lanzamiento de una reflexión exhaustiva sobre estos sujetos con todos sus socios europeos y también con Rusia”.
Para Macron, “los progresos substanciales sobre una resolución de la crisis en Ucrania, así como el respeto del marco de la Organización para la seguridad y la cooperación de Europa (OSCE), serán condiciones acordadas frente a los avances reales con Moscú”.
Macron permaneció en el fuerte presidencial de la Costa Azul, en una suerte de vacaciones trabajadas, donde reflexionó sobre los grandes temas europeos. Por eso dijo que no se trata de “revisitar los sistemas tradicionales y los reflejos de defensa. Si bien las alianzas de hoy mantienen su pertinencia, los equilibrios, a veces automáticos, sobre las que están basadas deben ser revistos”.
A su criterio “para revisar la arquitectura europea de defensa y de seguridad” se debe lanzar “un diálogo renovado sobre la ciberseguridad, las armas químicas, los armamentos clásicos, los conflictos territoriales, la seguridad espacial o la protección de las zonas polares, particularmente sobre Rusia”.
Macron habló con Putin desde sus vacaciones para pedirle la liberación de un cineasta ucraniano y en huelga de hambre detenido en Siberia y discutieron la situación global, en un ambiente más relajado que una cumbre. Después del traumático G7 con Trump en Canadá, que el presidente norteamericano se negó a aprobar, el jefe de estado francés quiere reformarlo. “Nosotros no podemos reproducir ese teatro de sombras y ambiciones que nos debilita, que no nos deja avanzar”, subrayó. “Espero que podamos reformar los formatos y las ambiciones”, dijo cuando Francia asumirá la presidencia del G7 después de Canadá.
Para Macron, Siria vive en una situación alarmante, que amenaza con “crear una nueva crisis humanitaria en Idlib, el último reducto rebelde en Siria a conquistar por Assad”. El dictador “no muestra hasta el presente ninguna voluntad para negociar la menor transición política”, enfatizó.
“Si yo considero desde el primer día que nuestro principal enemigo es Daech (acrónmo árabe del ISIS), el régimen de Bashar al Assad amenaza. Y yo, que nunca hice de la destitución de Bashar al Assad una condición previa a nuestra acción diplomática o humanitaria en Siria, pienso que tal escenario sería sin embargo un error funesto”, alertó.■