Clarín

Perpetua a un policía de la Bonaerense que mató a tiros a dos de la Federal por un choque

El conflicto empezó en 2014 y provocó agresiones y peleas. El oficial de Provincia buscaba que un colega y vecino pagara un arreglo. En 2016 lo fue a buscar y los asesinó a él y a un amigo.

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Fueron dos años de espera para sólo un día de juicio. Cuando el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de La Matanza dijo “perpetua” las familias de Carlos Andrés Oxance (39) y Juan Carlos González (42) reventaron en lágrimas y dijeron “gracias”. Fue ayer, cuando se supo que el ex policía de la Bonaerense Marcos Daniel Fernández (46) recibiría la pena máxima por el doble homicidio de sus colegas de la Federal.

Carlos y Juan fueron asesinados a balazos el 20 de octubre de 2016 en avenida Cristianía al 1800, en Isidro Casanova, La Matanza. Ellos también eran policías pero de la Federal. El crimen quedó filmado por las cámaras de seguridad de la panadería que tenía Carlos y fue la principal prueba para condenar a Fernández.

“No hay sentencia que consuele ni sane la pérdida que tuvimos pero esta es la forma legal y lo que tenía que pasar: este tipo no puede estar en la calle porque es un peligro”, dijo Carol Ledesma (38), la viuda de Carlos.

“La condena trae un poco de alivio, pero lo más difícil es el día a día, en todo me hace falta mi marido”, lamentó Alejandra Orellana (42), la viuda de Juan y madre de sus dos hijos.

El trágico final fue después de dos años de conflicto entre la familia de Juan y la del condenado por el crimen. Todo había empezado en julio de 2014 cuando Yanina Ascoli (cuñada Juan), chocó con Fernández y todo derivó en peleas, reclamos, amenazas y agresiones.

“Esto se podía evitar porque en dos años, desde el choque por el que empezó todo, hicimos dos denuncias contra Fernández por amenazas y agresiones. Y a este tipo nunca le sacaron el arma, aunque ya le había dicho a mi marido que lo iba a matar. Creo que falló la justicia porque no lo paró a tiempo y que tuvo protección de otros policías de la Bonaerense que no intervinie­ron a tiempo. Un mes antes se había reincorpor­ado de una licencia psiquiátri­ca y andaba armado”, analizó Alejandra.

Marcos Daniel Fernández fue considerad­o autor penalmente responsabl­e del “doble homicidio calificado agravado por alevosía, por el uso de arma de fuego y por la intervenci­ón de un menor de edad; hurto y daños”.

“Verle la cara a este asesino fue lo más difícil, es un psicópata. No se le mueve un pelo, todos los que estábamos ahí notamos sus miradas sobradoras y las cosas incoherent­es que decía. No se arrepiente de lo que hizo”, opinó Carol.

El día del homicidio Fernández fue a la panadería de Carlos con la intención de pelear con Juan, sabiendo que ambos eran amigos.

Primero discutió con Carlos, que había ido a cerrar el local. Luego llegó Juan y, cuando se encontró con Fernández, empezó una pelea. Hubo empujones y el dueño de la panadería tuvo que interceder para separarlos.

Cuando todo parecía terminado, y Carlos se alejaba con ayuda de su amigo, el policía bonaerense se acercó a las víctimas, desenfundó su arma y empezó a los tiros.

El asesino hirió a Carlos a balazos. Después baleó a Juan, que estaba desarmado y había quedado acorralado contra la pared del local, shockeado por la situación.

Luego el homicida volvió sobre Carlos, lo remató de un tiro en la cabeza, le sacó la pistola y vació su cargador contra una camioneta. De esa última acción se desprenden los delitos de “hurto” y “daños” por los que también terminó condenado.

Pero el asesino no estaba solo. Esa noche había ido con su hijo, que en ese entonces tenía 17 años. Por su accionar de esa noche cumple prisión domiciliar­ia después de haber pasado por un instituto. Será juzgado por un tribunal de Menores a partir del 10 de octubre. Lo acusan de ser coautor del homicidio.

“Sabemos que no le van a dar lo mismo que al padre. Pero para nosotros él sabía, era cómplice y lo habían planeado todo. Si ves el video, te da más bronca porque el chico los patea mientras están heridos en el suelo. No es que estaba asustado o quiso buscar ayuda, fue a patearlos”, se indignó Alejandra.

Para Carol lo que queda “trae alivio”, pero no es suficiente: “Nuestra familia ya quedó destruida para toda la vida. Es necesaria la condena para que la sociedad encuentre justicia y se sepa que esa es la Policía que tenemos acá en Provincia. Ese tipo siempre se manejó así, igual lo dejaron tener un arma”, agregó la mujer, en pleno ataque de dolor.

 ?? DIEGO DÍAZ ?? Dolor imposible. Claudia González, hermana de una de las víctimas, insulta ayer al condenado mientras se lo llevan, en la puerta del tribunal de La Matanza.
DIEGO DÍAZ Dolor imposible. Claudia González, hermana de una de las víctimas, insulta ayer al condenado mientras se lo llevan, en la puerta del tribunal de La Matanza.

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