Del Potro dio su segundo paso sin transpirar y el futuro lo ilusiona
Sobre el cemento de Flushing Meadows su próximo adversario será el español Verdasco.
El Abierto de Estados Unidos (25.282.400 dólares; cemento) arrancó con múltiples quejas y abandonos por la ola de calor que golpea a Nueva York con más de 40 grados de sensación térmica combinados con un alto porcentaje de humedad. En ese contexto, Juan Martín Del Potro, tercer favorito, tiene una muy buena noticia para su físico: en sus dos partidos apenas jugó seis sets y lo hizo en 220 minutos.
Luego de la hora y 43 minutos que precisó en el debut ante Donald Young, despachó al también estadounidense Denis Kudla en una hora y 56 minutos por 6-3, 6-1 y 7-6 (7-4) para meterse en la tercera ronda. De esa manera su historial ante jugadores estadounidenses es de 36 victorias y apenas 16 derrotas. Más llamativo aún es que en Grand Slams enfrentó 10 veces a jugadores nacidos en ese país y ganó todos los partidos.
Evitar el desgaste en la cancha no fue la única buena noticia para el argentino: el ascendente griego Stefanos Tsitsipas (15° favorito), un rival que asomaba complicado en el cuadro y con el que Del Potro podía enfrentarse en los octavos de final, perdió ante Daniil Medvedev por 4-6, 3-6, 6-4 y 3-6. Más allá de que el ruso no dejaría de ser un rival de cuidado -y viene de obtener el título en Winston Salem-, su techo por ahora parece más bajo que el de Tsitsipas.
Además del guiño de suerte que aportó Medvedev, Del Potro recibió otro espaldarazo que lo ayuda a seguir soñando con avanzar lejos en el torneo. Es que el español Fernando Verdasco (31°) eliminó al británico Andy Murray por 7-5, 2-6, 6-4 y 6-4 y entonces, no sólo que el tandilense evitará al ex número 1 del mundo sino que a la próxima ronda Verdasco llegará con la mochila de tres horas y 23 minutos jugados bajo un agobiante calor.
Hasta ayer el historial entre Del Potro y Kudla registraba apenas un enfrentamiento: fue en la primera ronda de Delray Beach en 2016 y el partido también terminó con el mismo nombre del ganador pero por 6-1 y 6-4.
El comienzo en el Louis Armstrong fue auspicioso. Ya en el game inicial Del Potro quebró el saque en la tercera oportunidad. Efectivo, cada vez que pudo pegar con su drive plasmó la diferencia de categoría entre ambos y fue implacable con su saque: ganó el 93 por ciento de los puntos en los que metió el primero. Kudla, para su pesar, estuvo mal con el suyo y ayudó al trámite fácil. Del Potro volvió a quebrar en el primer set point con algo de suerte (un roce en el fleje) y se quedó con el primer parcial.
La tendencia se acentuó en el segundo y el vencedor siguió implacable con su saque y su drive. Con dos quiebres rápidos se puso 5-0 y terminó de liquidar a su rival dos games más tarde. En apenas 61 minutos ya había encaminado definitivamente el encuentro.
Serio, Kudla salió al tercer set con actitud para no desmoronarse ante la superioridad del adversario y logró lo que no había hecho hasta ese momento en el partido: mantuvo su saque en el primer game del capítulo. La ilusión le duró un poco más al dejar a Del Potro 30-0 abajo con su servicio, pero tres primeros saques ganadores le permitieron dar vuelta el game. El local, en rigor, no llegó a disponer de chances de quiebre en todo el partido. Otra señal de la solidez de Del Potro con su saque.
Ambos defendieron sus servicios hasta el 6-6 y en el tie break, Del Potro hizo pesar su ranking, historia y categoría. Tras un mini quiebre para cada uno, aprovechó una doble falta y un mini quiebre más para quedar con cinco match points a favor. El partido se definió recién en la cuarta chance gracias a otro buen saque, uno de los argumentos que le permiten soñar a lo grande. ■