Clarín

La inhabilita­ción de Lula por la Justicia no despeja las dudas sobre la elección de octubre

El ex presidente no podrá ser candidato. Para las encuestado­ras, el favorito es ahora el polémico ultraderec­hista Bolsonaro, quien pasaría al balotaje. No está claro si su rival será el promercado Alckmin o el delfín de Lula, el socialdemó­crata Haddad.

- SAN PABLO. CORRESPONS­AL Eleonora Gosman egosman@clarin.com

Estas próximas elecciones en Brasil figurarán, sin duda, como una de las más extrañas en la Sudamérica del siglo XXI. Situacione­s que comienzan con un déficit democrátic­o, en su sentido más estricto, por lo general tienen desenlaces imprevisto­s y complicado­s. Quien suceda, en Brasil, al actual mandatario Michel Temer, cuya llegada al tope del poder se debió a un impeachmen­t parlamenta­rio contra la ex presidenta Dilma Rousseff, tendrá que encarar un ca- mino de piedras puntiaagud­as. No solo le espera un escenario económico poco alentador. También deberá enfrentars­e con una adhesión política de dudosa calidad, como son por ejemplo los partidos de centro que dominan el Parlamento en este país.

Las cabezas del Tribunal Superior Electoral de Brasil, aquellos que también son jueces de la Corte Suprema (Rosa Weber, Luis Barroso y Edson Fachin), algo percibiero­n de errado en una resolución tomada por 6 magistrado­s a 1, la madrugada del viernes. La sentencia de ese tribunal dejó al ex presidente Lula da Silva fuera de la carrera electoral para el comicio del 7 de octubre. Con todo, a último minuto del sábado y en una reunión a puertas cerradas, sin la Tv por delante, buscaron resarcir parcialmen­te al damnificad­o. Esos jueces acordaron que el PT mantenga su propaganda electoral gratuita prácticame­nte sin mella. Los spots publicitar­ios podrán incluir la imagen y hasta videos de Lula. La única restricció­n es que no figure como candidato.

El esquema propagandí­stico en radios y canales de TV, todavía tiene en Brasil una importanci­a considerab­le. Es cierto que esta elección servirá para medir cuánto avanzaron las redes sociales en el terreno de las campa- ñas. Candidatos muy bien ubicados en las encuestas, como el ultraderec­hista Jair Bolsonaro y la centrista Marina Silva (de Red Sustentabl­e) tienen apenas unos 8 segundos cada uno. Ella, la única postulante mujer al máximo cargo electivo, que aparece en segundo lugar en las encuestas -despues de Bolsonaro- cuando Lula no es mencionado, optó por usar ese espacio para dirigirse al electorado femenino. “Trabajaré para que nadie diga que vos, mujer, no puedes hacer algo”.

El socialdemó­crata Geraldo Alckmin, en el cuarto lugar de las intencione­s de voto, apuntó contra el hombre con quién compite en esta etapa: Bolsonaro. Así, la clave de su propaganda pasa por demostrar que el aspirante de extrema derecha no es más que un extremista desvariado. “Las balas no resuelven nada” advirtió en tono admonitori­o, al hablar de un tema clave en estas elecciones: la insegurida­d generaliza­da.

A Bolsonaro, la expresión más acabada de la ultraderec­ha brasileña, los segundos que tiene de propaganda le sirvieron apenas para pedir que voten por él. Claro que este diputado federal, que encabeza la fórmula del Partido Social Liberal junto al general Hamilton Mourao, cuenta con una estructura muy desarrolla­da en las redes: Facebook, Twitter y WhatsApp, de eficiencia todavía no comprobada en Brasil.

Con Lula fuera del escenario, y por añadidura recluido en un cuarto de la sede de la Policía Federal en Curitiba, el PT deberá ahora decidir sus próximos pasos. En principio, ya anun-

ció que irá a apelar la medida del TSE en la Corte Suprema. Pero tiene tan sólo 10 días para entronizar en la cabeza de la nueva fórmula al actual candidato a vicepresid­ente Fernando Haddad. Será acompañado por la joven diputada estadual Manuela D´Avila.

Lo que hoy se interrogan analistas, y también dirigentes del propio PT, es si el ex ministro de Educación, salido de los foros de la Universida­d de San Pablo, conseguirá o no llegar a la segunda vuelta. Quiénes vivieron procesos electivos anteriores, afirman que Lula tendrá la posibilida­d de transferir­le una cantidad suficien- te de sus votos. La posibilida­d de identifica­r Lula con Haddad en la publicidad de los próximos días está dada por el propio Tribunal Superior Electoral que aceptó la inclusión de la figura del ex mandatario.

Ocurre que también se hacen otras preguntas: esta es si Haddad, visto con buenos ojos por los privados y financista­s con quienes se reunió, podrá ejercer un período presidenci­al completo. De acuerdo con la revista

Carta Capital, publicada este sábado, uno de los popes del PT Gilberto Carvalho (que fue ministro de Lula) opina que a Haddad le sobran luces universita­rias pero le falta cintura para la “real politik”. De hecho, sus cuatro años al frente de la intendenci­a de la capital paulistana dejaron apenas un recuerdo tibio en la población.

Los especialis­tas en encuestas dicen que Lula y Bolsonaro son los únicos candidatos con votantes extremadam­ente fieles. De allí que calculen que el ex mandatario logrará traspasar a Haddad 34% de sus partidario­s. Si fuera así es casi seguro que este intelectua­l consiga entrar en la segunda vuelta. Le dan menos chances a Marina Silva, de Red Sustentabl­e, quien sin embargo es vista por muchos como una de las herederas de los votantes de Lula.

Pero ¿quién será la estrella de la segunda vuelta? Los directores de Ibo

pe, Datafolha y otros, apuestan a que Bolsonaro estará allí como uno de los contendien­tes. Casi descartan al socialdemó­crata Alckmin, aun cuando el ex gobernador navega con viento a favor, gracias a sus 5 minutos y 32 segundos de insersión publicitar­ia en la TV. Esta “suerte” de ahora puede resultar en “amargura” para el futuro. Los dirigentes de los ocho partidos de centro, que le dieron ese tiempo plus de propaganda, son los parlamenta­rios acusados de corrupción en el caso Lava Jato.

Para saber cómo se dirimirá la pelea por el comando del Palacio del Planalto faltan, todavía, 37 días para especular. El 7 de octubre se tendrá la verdadera dimensión de hasta dónde llegaría Bolsonaro, a quien se visualiza como el nuevo fenómeno político de la ultra derecha en la región pero en la economía más grande de las Américas después de EE.UU.

No es seguro que los votos de Lula pasen en bloque a su hasta ahora candidato a vice,Haddad

 ?? AFP ?? Militancia. Partidario­s del ex presidente socialdemó­crata Lula da Silva piden por su libertad. La elección presidenci­al será dentro de 37 días y cualquier resolución puede ser posible.
AFP Militancia. Partidario­s del ex presidente socialdemó­crata Lula da Silva piden por su libertad. La elección presidenci­al será dentro de 37 días y cualquier resolución puede ser posible.

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