Mueren 4 peatones al mes: ganan espacio en las calles porteñas para protegerlos
Intervinieron 97 cruces peligrosos, que permitieron sumar el equivalente a casi tres canchas y media de Boca. Ensanchan veredas, arman “isletas” y hasta colocan bancos y maceteros.
Cuatro peatones mueren por mes en siniestros viales, según las últimas estadísticas oficiales. Son 48 de las 140 víctimas de tránsito registradas en 2017, es decir, un 34%. Se trata de un porcentaje que los ubica en el segundo grupo de riesgo, después de los motociclistas. Contra eso, el Gobierno porteño viene realizando intervenciones que agregan espacio peatonal en las esquinas más conflictivas. Ya sumó una superficie que equivale a poco más de tres canchas de fútbol como la Bombonera.
Trabajan en esquinas con cruces confusos, donde hay veredas angostas o avenidas anchas y sin descansos intermedios. Son acciones rápidas y de bajo costo. Consisten en incorporar elementos de traffic calming -tránsito calmado- para que los conductores bajen la velocidad. Y en crear espacios seguros para los que van a pie. Para eso, usan desvíos, isletas, rotondas, demarcaciones con pintura, tachas y mobiliario urbano, entre otros recursos.
También reubican las sendas para que coincidan con las “líneas de deseo”, que son los puntos por dónde la gente cruza naturalmente. Por ejemplo, en la convergencia de Diagonal Sur con las calles Alsina y Perú, en cuyo centro está el monumento al General Roca, reubicaron y agregaron sendas y puntos de espera intermedios.
Fuentes oficiales indicaron que hasta ahora intervinieron 97 cruces y sumaron 24.047 m2 para peatones, un espacio equivalente a la superficie del campo de juego de 3,37 canchas como la de Boca. En 2017 ganaron 5.568 m2.
“En la Ciudad, los peatones ocupan el segundo lugar dentro de las víctimas fatales por siniestros viales -señala Juanjo Méndez, secretario de Transporte porteño-. Es fundamental recordar que siempre tienen la prioridad. Y para que puedan moverse más seguros creamos un plan con obras de infraestructura, legislación, capacitaciones y ordenamiento del tránsito”.
“Las intervenciones peatonales son buenas cuando ordenan bien al peatón y al automovilista, como en el entorno del monumento a Roca - opina Fabián Pons, del Observatorio Vial Latinoamericano-. Pero antes de hacer coincidir las sendas con los cruces naturales de la gente hay que ver que estos realmente sean los más seguros. Porque al peatón hay que protegerlo pero es uno más del entor-
no vial y no puede hacer lo que quie
ra. Y hay lugares, como en Cabildo y Congreso, donde la gente baja del Metrobus y cruza ambas avenidas en diagonal”.
Trabajaron en 22 ejes: Diagonal Norte; Sur; las cinco esquinas de Libertad, Juncal y Quintana; Warnes; San Martín; Fernández de Enciso; Emilio Castro y Larrazábal; Brandsen; Bolívar; Escalada; Gascón; Bartolomé Mitre y Larrea; Pueyrredón y Azcuénaga; Coronel Díaz y Honduras; Terminal de Cruceros; Belgrano y Azopardo; Díaz Vélez e Hidalgo; Juncal y Maipú; Rivadavia; San Isidro Labrador, y Charcas y Ecuador.
Por ejemplo, en las diagonales del Microcentro, el ancho de las veredas era insuficiente. La gente caminaba y esperaba para cruzar sobre la calzada. Y los vehículos circulaban a alta velocidad y realizaban giros peligrosos. Tras las intervenciones, en siete cuadras de Diagonal Norte se ganaron 2.086 m2 para los peatones. Y en tres de Diagonal Sur, 1.973 m2. Entre otras acciones, ampliaron las veredas de la Catedral y del Cabildo y también, tres isletas frente a la Pla
za de Mayo.
Pons sostiene que está bien darle más espacio seguro a los peatones en las zonas de alta concentración, como el Microcentro porteño. “Así también se le da al automovilista una referencia sobre por dónde pueden aparecer”, indica. Y sugiere que, en cada lugar donde se hace una intervención, se dejen agentes de tránsito para orientar.
En Retiro, a pedido de los vecinos, rediseñaron las cinco esquinas donde se juntan Libertad, Juncal y Quintana. Era una intersección con muchos puntos de conflicto, entre ellos, cruces extensos y curvas amplias que alentaban el exceso de velocidad. Allí ganaron 202 m2 para los peatones al ampliar las esquinas. Además, acortaron los cruces, se mejoró la visibilidad y se reordenó el espacio para
encauzar el tránsito. También demar
caron una isleta para ordenar el giro hacia la calle Juncal. Y pusieron mobiliario fijo, asientos y mesas, para que los nuevos espacios sirvan de plazoletas.
En Warnes, entre Remedios de Escalada de San Martín y Ángel Gallardo incorporaron 2.356 m2 de espacios peatonales y reorganizaron las sendas de paso en una zona que era un caos, con vehículos que estacionaban en lugares indebidos y esquinas donde se acumulaba basura.
En el eje San Martín, una avenida con esquinas poco convencionales, transformaron 14 cruces y ganaron 1.511 m2 para el peatón. Acortaron el espacio entre esquinas, modificaron el diseño vial para que los vehículos reduzcan la velocidad, extendieron veredas e incorporaron macetas y arbolado.
Otros ejemplos están en Caballito, donde acortaron cruces de Díaz Vélez e Hidalgo y los acomodaron a las “líneas de deseo”, y en Palermo, en Coronel Díaz y Honduras, donde los peatones cuentan con 440 m2 más para esperar la luz verde del semáforo. ■