Mató a su amante, le dieron cinco años y medio de cárcel pero continúa en libertad
Andrea Torres Condado (46) atropelló al entrenador Rubén Re en Paso de la Patria, Corrientes. Logró eludir el arresto pero la Suprema Corte acaba de confirmar el fallo.
Cuando Rubén Re corrió a Andrea Torres Condado ya era de noche. Un instante después cayó herido y luego pasó dos horas pidiendo ayuda, hasta que su sangre se hizo charco y alguien lo vio tirado al costado del camino. Murió 18 días después dejando una pila de interrogantes y a ella, su amante, condenada pero libre.
La puerta abierta, el aire prendido y las dos copas en la mesa de la casa donde estaban ambos probaron lo in- tempestivo de su salida. Sus amigos tardaron en saber dónde estaba Rubén porque -descubrirían más tardehabía compartido sus últimas horas con Andrea, en secreto, en ese lugar, su recreo de Paso de la Patria.
Nunca se supo por qué Rubén la siguió cuando ella subió a su auto para dejar el lugar. Pero sí está claro que fue Andrea la que lo atropelló y abandonó. Condenada por el hecho, está muy cerca de volver a la cárcel.
La Justicia le dio 5 años y medio de prisión por “abandono de persona seguido de muerte” pero, insólitamen- te, no le levantó cargos por homicidio. El último 22 de agosto el Supremo Tribunal de Justicia de Corrientes dejó firme el fallo, por lo que su arresto sería inminente.
Rubén Re (51) era profesor de tenis de alto rendimiento. Entrenó a Leonardo “Yacaré” Mayer, campeón de la única Copa Davis que ganó la Argentina, entre otros. Estaba casado con Silvia Esquivel (50), madre de sus dos hijas y con quien montó Match Point, un club en Resistencia (Chaco), la ciudad en la que convivían. Fue ahí -también- donde conoció a Andrea (46).
“Nunca entendí lo que pasó, no sé si lo voy a entender algún día. Yo no podría hablar mal de Rubén porque era muy buena gente. A ella no la conocía, me enteré después cómo se conocieron. Nos costó mucho en lo personal, en lo laboral, con mis hijas, su- perar esto... Pude estar enojada ante la situación, pero sólo de lo que sé, porque él no me hizo parte”, intenta desarmar Silvia, la viuda de Rubén, que descubrió la relación extramatrimonial de su marido cuando lo encontró en el hospital.
Todo sucedió el 6 de febrero de 2013 en Paso de la Patria, una ciudad balnearia de Corrientes. Rubén pasó la noche en la quinta familiar que tenía allí, después de un viaje. Nadie lo sabía, excepto Andrea.
Un hombre lo encontró tirado en el suelo, alrededor de las 23. Llamó a una ambulancia y los médicos detectaron un golpe en la cabeza, del lado izquierdo, que le deformó la cara y le quebró la clavícula. Estaba sin remera ni documento, en un camino alternativo, a 100 metros de su casa.
Para la Justicia, fue Andrea Torres Condado (46) la que, entre las 20 y las 21 de aquella noche, dejó la casa de Rubén en su Honda Fit. Él, por motivos que se desconocen, la acompañó caminando “muy próximo al vehículo”. Por los testimonios y las pruebas que se expusieron en el juicio, el Tribunal Penal N° 2 de Corrientes estableció que el profesor “cayó al costado de la calle Goya”, y que ahí fue “embestido por el vehículo de Torres Condado, que le pasó por encima, dejándolo incapacitado”.
Andrea “no se detuvo” y Rubén quedó herido, “en la oscuridad y en un sitio solitario, imposibilitado de recibir auxilio inmediato”, consideraron los jueces.
La sentencia fue por “abandono de persona”, ya que la mujer dejó tirada a la víctima.
Gravemente herido como estaba, Rubén fue trasladado al Hospital Perrando, de Resistencia, a pedido de su familia. El 24 de febrero murió por una infección. Por eso, insólitamente, a Andrea no la acusaron de homicidio sino de abandono de persona.
La mujer es esposa de un reconocido cirujano plástico y parte de una familia conocida en la zona. Ama de casa, tiene un hijo que aprendió a jugar al tenis en la escuela de Rubén. Mientras él entrenaba, ella pasaba las horas con el coach.
Ella jura que es inocente y quiere que la causa “salga de Corrientes” porque denuncia “arbitrariedades” en la investigación. Para eso presentaría un recurso de queja ante la Corte Suprema de la Nación, pero eso no la salvaría de la cárcel (ver “En mi auto...).
En el juicio declararon testigos que vieron a Andrea yéndose de la casa de Rubén la noche del crimen. Hablaron de “corridas en la puerta”, algo que ella niega. Los jueces probaron que la mujer modificó la planilla del horario de ingreso a su domicilio, para simular que había regresado antes. También, que lavó su auto antes de las pericias hechas por la Policía.
Lo cierto es que no encontraron rastros del choque en el coche. Por eso creen que Rubén cayó y fue atropellado a baja velocidad.
“Nosotros queremos es que se termine todo esto. No puede ser que alguien mate a una persona y esté libre ¿por qué? ¿porque tiene dinero?”, se pregunta la viuda de Rubén.