Carta anónima de un funcionario de Trump con críticas feroces
La publicó el diario The New York Times y la atribuye a un alto funcionario de la Casa Blanca.
Dijo que es la “resistencia interna” a la gestión del presidente de EE.UU.
Un funcionario del gobierno de Donald Trump publicó en The New York Times una columna sin firma asegurando que forma parte “de la resistencia” contra el mandatario, a quien demuele considerándolo sin principios, sin ideales republicanos y amoral. El diario aclaró que no es común publicar anónimos pero señala al autor como un importante funcionario del gobierno “cuya identidad es conocida por nosotros”.
Es un paso que sorprendió por lo atípico: no suelen hacer esto los diarios norteamericanos. La publicación despertó una inmediata reacción enfurecida de Trump que está sufriendo otra andanada por el durísimo libro publicado por el prestigioso periodista Bob Woodward, “Miedo: Trump en la Casa Blanca”, donde se revela que su propio jefe de Gabinete calificó al mandatario como “un idiota al que es difícil tratar de convencerlo de cualquier cosa”.
“Así que el fracaso New York Times
Son ataques graves para el presidente que está en plena campaña por las elecciones legislativas.
tiene una tribuna anónima. Lo que quiere decir cobarde, una tribuna cobarde”, dijo el mandatario blandiendo en una mano una copia de la durísima columna sin nombres.
Tanto la nota como el libro de Woodward son golpes duros contra el presidente en plena campaña con vistas a las elecciones de medio término de noviembre en los que arriesga el control que ahora mantiene en las dos cámaras del Congreso. Una posibilidad no incierta atento a las últimas encuestas que ven un crecimiento de la oposición demócrata.
En su peor párrafo, la carta del funcionario anónimo sostiene: “La raíz del problema se encuentra en la amoralidad del presidente Trump. Cualquiera que trabaje con él sabe que no cuenta con ningún principio que influya en su toma de decisiones”. Añade que “aunque fue elegido como Republicano, el presidente apenas tiene afinidad con los ideales que siempre han apoyado los conservadores: libre pensamiento, libertad de mercado y de personas”, continúa la carta, tachando a Trump de “anticomercio y antidemocrático”.
Titulada “Yo soy parte de la resistencia dentro de la Administración Trump”, dice que el mandatario “encara los retos de su mandato como no lo ha hecho ningún otro líder norteamericano moderno. Ya no es que la investigación del fiscal especial (sobre el Rusiagate) cada vez esté más cerca de su final. O que el país se encuentre extremadamente dividido por su liderazgo [...] El dilema - que él no alcanza a comprender- es que muchos de sus altos cargos en su propia administración estamos trabajando con dedicación desde dentro para frustrar parte de su agenda y sus peores decisiones”.
Aclara, sin embargo, que no son “la resistencia de la izquierda”, pues su objetivo es que la administración “tenga éxito”. No renuncian a pensar que muchas de las políticas implementadas por el gobierno republicano “han conseguido que Estados Unidos sea más seguro y más próspero”. Pero afirma que estos logros han sido conseguidos “a pesar y no gracias al tipo de liderazgo de Trump: impetuoso, conflictivo, poco serio e incompetente”.
El punto sobre la “resistencia” viene a confirmar notas del libro de Woodward que revela que los funcionarios le ocultan documentos estratégicos al presidente para reducir su margen de errores.
El planteo de esa obra es semejante al de dos volúmenes anteriores sobre intimidades de la sede presidencial. El que arrancó la serie a comienzos de año fue el del veterano periodista Michael Wolff titulado “Fuego y furia” y resumía anécdotas que mostraban la improvisación y confusiones generalizadas del mandatario norteamericano. “La descripción que todos hacen, la idea que todos tienen en común, es que [Trump] es como un niño. Y lo que te quieren decir es que él tiene una necesidad de una inmediata gratificación. Todo se trata de él”, afirmó Wolff.
En este sentido, el desorden y la autoreferencia es lo que se describe en Unhinged (Desquiciado), otro libro polémico escrito por Omarosa Manigault, una ex alta funcionaria de la Casa Blanca y antes cercana al mandatario. El libro revela conversaciones entre el jefe de Estado y el secretario general de la presidencia, John Kelly, en donde ambos habrían utilizado términos despectivos al referirse por ejemplo a los puertorriqueños o también a los negros.
El presidente ahora la detesta y en lo más duro de su estilo la ha llamado, enfurecido, “escoria”, “perdedora” y “perra”. ■