La disputa por Jerusalén, el tema de fondo en el cortocircuito bilateral
Historia. La Ciudad Santa es foco de controversias desde hace décadas en el conflicto israelí-palestino. El origen y las causas.
Conflicto político
La legendaria ciudad de Jerusalén, con 3.000 años de antigúedad, es objeto de disputa dentro del conflicto palestino-israelí desde hace siete décadas. Cualquier acción que tenga lugar allí tiene un condimento político.
Ciudad sagrada
La ciudad es sagrada para cristianos, judíos y musulmanes, ya que en ella se concentran los sitios más representativos de estas religiones monoteístas. Cobija el Santo Sepulcro, donde según la Biblia resucitó Jesús; el Muro de los Lamentos, donde se halla la piedra del sacrificio no consumado de Isaac, hijo de Abraham, único resto en pie del templo de Salomón; y la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, desde la que Mahoma ascendió al cielo, según el Corán.
Primera división
Un plan aprobado por la ONU en 1947 preveía la partición de Palestina en tres entidades: un Estado árabe, un Estado judío y Jerusalén bajo control internacional. Sin embargo, la iniciativa no prospera y se desencadena la primera guerra árabe-israelí. En 1948, con la victoria israelí, se crea el Estado de Israel, que un año más tarde designa a Jerusalén Oeste como su capital. La parte Este de la ciudad quedó bajo el control de Jordania, que se hizo cargo de la Ciudad Vieja y los sitios sagrados.
Ocupación israelí
En 1967, tras salir victorioso de la Guerra de los Seis Días -contra Egipto, Jordania, Siria e Irak-, Israel anexiona Cisjordania, los Altos del Golán y Jerusalén Este. En 1980 los israelíes aprueban una ley fundamental que proclama a Jerusalén capital “eterna e indivisible” de Israel.
Oposición de la ONU
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas declaró esta ley “nula e inválida”. El organismo internacional consideró que Jerusalén Este está ocupada por Israel y que la cuestión de su estatus debe resolverse mediante negociaciones de paz entre israelíes y palestinos. Rechazo internacional
La anexión de Jerusalén por Israel provocó un amplio rechazo en la comunidad internacional, materializado en la resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU, que la consideró contraria al Derecho internacional. En señal de protesta por este acto unilateral, los Estados miembros de las Naciones Unidas acabaron por trasladar sus embajadas a Tel Aviv, tal como pedía la resolución.
Donald Trump rompe el consenso internacional
En confrontación directa con la comunidad global, el 6 de diciembre del año pasado el gobierno del Donald Trump anunció que Estados Unidos reconocía unilateralmente a Jerusalén como capital de Israel. Al mismo tiempo adelantó que iba a trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, algo que concretó el 14 de mayo pasado, despertando la indignación de los palestinos, los países árabes y gran parte de Europa. Los únicos que lo siguieron fueron Guatemala y Paraguay, aunque este último modificó ahora su decisión. ■