Trump arremete contra Nike por una publicidad que trajo polémica
El presidente estadounidense Donald Trump se enfrascó ayer en un nueva pelea. Ahora el objetivo de su enojo es la marca Nike, que quedó en medio de la polémica por una nueva publicidad, protagonizada por un ex campeón de fútbol americano enemistado con el jefe de la Casa Blanca.
La Liga Nacional de Fútbol (NFL, en sus siglas en inglés) comienza hoy una nueva temporada en el mismo punto en que terminó la anterior: la áspera controversia entre el ex jugador Colin Kaepernick y Trump.
La nueva campaña publicitaria de- sató el debate. “Creo que es un mensaje terrible que (Nike) está enviando. Tal vez haya una razón para hacerlo, pero creo que es un mensaje que no debe ser enviado. No hay ninguna razón para eso”, dijo Trump al diario The Daily Caller.
Kaepernick, el ex quarterback de los 49ers de San Francisco, fue el primer deportista en manifestar su descontento contra los abusos policiales hacia la gente de raza negra. Y desde hace dos años está duramente enfrentado con Trump.
De todos modos, el mandatario reconoció que la marca deportiva “tiene derecho a tomar sus propias decisio- nes comerciales”. Pero remarcó: “Nike es inquilino mío. Paga una gran cantidad de renta”. Se refería a la mega tienda “Niketown” que está en uno de sus edificios en Nueva York.
La publicidad para conmemorar los 30 años del icónico lema “Just do it” (“Solo hazlo”), que se conoció el lunes, muestra el rostro en blanco y negro del ex jugador de 30 años con el mensaje “Cree en algo, inclusive si implica sacrificarlo todo”.
Aunque el jugador recibió el apoyo de muchos otros deportistas, decenas de personas mostraron en redes sociales su rechazo, prendiendo fuego a sus zapatillas o cortando el símbolo de la marca de sus artículos.
Han pasado dos años desde que Kaepernick comenzó a protestar en silencio durante el himno de los Estados Unidos, la introducción de cada uno de los partidos de fútbol americano. El 27 de agosto de 2016, en el encuentro entre el equipo de San Francisco y los Green Bay Packers, se negó a ponerse de pie durante ese símbolo sagrado del país. Por el contrario, se mantuvo sentado en el banco para dejar clara su posición en contra del asesinato de ciudadanos afroamericanos por parte de policías blancos.
“No me voy a poner de pie para demostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color”, dijo. Una semana después fue más allá: se arrodilló en el césped durante el himno.
Convencido de que generaría un cambio, Kaepernick siguió con una protesta que atrajo millones de miradas, entre ellas la de Trump, entonces candidato a la presidencia.
“Debería irse a un país que funcione mejor para él”, dijo el magnate en una entrevista radial luego de conocer que el jugador lo había tildado de “racista” por criticar sus acciones.
Las declaraciones de Trump no frenaron la decisión de decenas de jugadores de la NFL -que son en su mayoría negros- de unirse al llamado de Kaepernick. Competidores de otros deportes también apoyaron la iniciativa, que fue más allá del color de la piel. La polémica continuará. ■