“Espero que superen rápido la difícil situación de Argentina”
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay llegó a la Argentina para participar del encuentro del G-20 de la educación. En pleno torbellino financiero fue recibida por el presidente Mauricio Macri. “Le agradezco el tiempo que se ha tomado para conversar de la educaión, este desafío primordial pese a toda la carga de la actualidad. Sé que la situación es difícil en este momento y espero que este país, con su potencial extraordinario, supere rápidamente las dificultades. Conozco la capacidad de resiliencia de este pueblo”, le dijo a Clarín la ex ministra de cultura socialista que ganó la dirección de la UNESCO en 2017 tras imponerse al candidato de Qatar. - En un mundo en crisis e injusto, ¿la educación será el medio para alcanzar un equilibrio de oportunidades?
- Es el reto del siglo: no hay libertad ni desarrollo sostenible sin educación. Es gracias a la educación que cada uno de nosotros puede intentar ser dueño de su destino, y que podemos colectivamente aspirar al progreso. Es muy importante que la UNESCO, organización de las Naciones Unidas encargada de la educación, participe en este primer G20 dedicado a la educación que se reúne en Mendoza. Quiero subrayar la importancia de invertir en educación, hacer de ella una prioridad absoluta de la que dependen todas las demás, y acompañar las políticas encaminadas a este objetivo. - La Argentina propuso la educación como uno de los focos del G-20. ¿Cuál será el rol de la UNESCO?
- La inclusión de la educación, por primera vez, en la agenda del G-20 constituye un signo positivo de compromiso político al más alto nivel. Agradezco a las autoridades argentinas que lo han posibilitado. En materia educativa, debemos responder a tres problemáticas fundamentales. La primera, “la crisis del aprendizaje”: no existe todavía un acceso equitativo a una educación de calidad. En el mundo, 263 millones de niños y jóvenes no están escolarizados, y 617 millones no po- seen los conocimientos básicos de lectura y matemáticas. Cerca de la mitad de estos jóvenes (el 47%) viven en los países del G-20. La segunda es el desfase entre las competencias y un mercado laboral que está en plena mutación. A este respecto, debemos prestar especial atención a la igualdad de género, que es la nueva frontera del éxito. Esto implica concentrar nuestros esfuerzos en la educación de las niñas, entre otras cosas para poder integrarlas en disciplinas científicas y tecnológicas donde son por ahora solo un tercio de los estudiantes. La tercera problemática a considerar es de orden financiero: deberíamos invertir 39 mil millones de dólares anuales, de aquí a 2030, para garantizar una educación básica a escala mundial. Es una política a largo plazo, que hay que sostener con perseverancia y, desde luego, con herramientas de transparencia y evaluación de los esfuerzos realizados. -¿Piensa que la UNESCO puede cambiar después de su crisis y la retirada de los Estados Unidos?
-La salida de los Estados Unidos e Israel debería entrar en vigor el 31 de diciembre próximo. Es una decisión soberana de estos países. Siempre he dicho que el lugar de estos países es estar en el seno de la UNESCO, como miembros plenos de nuestra Organización. ■