En medio de los escándalos de abusos, el Papa cambia de tema y habla de economía
Francisco se refirió a temas sociales y a la inmigración. Y llamó a crear un nuevo orden centrado en el trabajo.
En la primera entrevista, que llamó “una pequeña encíclica” sobre la pastoral de su doctrina dedicada a los temas económicos, sociales y a la cuestión de la inmigración, el Papa dijo a Guido Gentili, director del diario de la central empresaria Il Sole 24Ore, que “el verdadero dinero se hace con el trabajo, que confiere dignidad al hombre, y no con el dinero”, en alusión negativa al mundo de las finan- zas. “La actual centralidad de la actividad financiera respecto a la economía real no es casual: detrás está la opción de alguno que piensa, equivocándose, que el dinero se hace con el dinero. Pero una sana economía no se puede separar del significado de que lo que produce la actividad económica es siempre un hecho ético”.
Francisco resumió en la entrevista los principales instrumentos de la doctrina social de su pontificado, en momentos en que los opositores más duros al “pontífice tercermundista” están a la ofensiva para lograr su renuncia. El Papa confirmó y reforzó sus ideas centrales, elogió en particular a su predecesor Pablo VI, al que está por proclamar santo, e insistió en la necesidad de “un nuevo orden económico”, centrado en el trabajo y el “genio creativo” indispensable.
Jorge Bergoglio recordó que la economía que rige en el mundo “mata” porque “la persona ya no está en el centro” y “obedece solo al dinero”, que “se vuelve el objetivo primario y único”. Así “se establecen estructuras de pobreza, esclavitud y descarte”.
El obispo de Roma señaló que “el desempleo que afecta a varios países europeos es la consecuencia de un sistema económico que ya no es capaz de crear trabajo, porque ha puesto en el centro a un ídolo que se llama dinero”.
Recordando el mensaje global de su exhortación pastoral económica y social, que ha distinguido su pontificiado, Bergoglio dijo que “es necesario luchar par recuperar la centralidad de las familias y las personas”. La esperanza es clara: “La distribución y la participación en la riqueza, la responsabilidad social, el bienestar empresarial, la igualdad de trato entre hombres y mujeres, el respeto al medio ambiente, el reconocimien- to del salario justo y la capacidad de innovación, son elementos importantes que mantienen viva la dimensión comunitaria de una empresa”.
El Papa dijo que “es muy importante trabajar juntos para construir el bien común y un nuevo humanismo del trabajo, promover un trabajo que respete la dignidad de la persona, que no apuesta únicamente por el provecho o las exigencias productivas, sino que promueve una vida digna”.
“El bien de las personas y el bien de la empresa van de la mano”, señaló Francisco. “El trabajo crea dignidad, los subsidios que no tengan el objetivo preciso de crear trabajo y ocupación, crean dependencia y reducen la responsabilidad. Las empresas deben reconocer que el recurso más importante es el hombre, deben obrar para el bien común y dedicar atención a los pobres. Los empresarios deben “saber dirigir pero también saber es- cuchar, compartiendo con humildad y confianza proyectos e ideas”.
En ese sentido es necesario “desarrollar la solidaridad” que no genere más descartes, enriqueciendo la actividad económica “con la atención a los pobres y las desigualdades, con coraje y genial creatividad”.
El pontífice se quejó de que “falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia a una raíz común de humanidad y de un futuro que debemos construir juntos”. Frente al fenómeno de la inmigración, dijo que “los pobres que se desplazan infunden temor, especialmente a los pueblos que viven en una condición de bienestar”.
El Papa argentino concluyó que los mismos migrantes “deben ser respetuosos de la cultura y las leyes del país que los acoge, para emprender conjuntamente un camino de integración y para superar tods las preocupaciones e inquietudes”. ■