Voces, reclamos y esperas de jubilados
• El Ministerio de Educación de la CABA paga a sus docentes el salario con un porcentaje de alrededor del 20% en negro, o sea que es no remunerativo, y por lo tanto no aporta a la ANSeS. Como consecuencia, los jubilados docentes con Sentencia Firme en la que se determina que debemos percibir el 82% del sueldo del personal en actividad, no lo cobramos y nos vemos injustamente perjudicados desde hace años.
Igual situación ocurrirá con los futuros jubilados docentes de C ABA. Susana Promet robertonasta1931@gmail.com • Para enfrentar una situación y corregirla, primero hay que reconocerla. Cuando se trataba de temas urticantes, el gobierno anterior nos había acostumbrado a soslayarlas. Y el señor Presidente, golpeado por los últimos cinco meses de su gestión, “sólo comparables a los de su secuestro”, admitió errores con hidalguía, reconociendo que la devaluación puede aumentar la pobreza, en un sinceramiento crudo ajeno a populismos. En aras del equilibrio fiscal, el costo económico del necesario reajuste pasará por el aumento de las retenciones al sector productivo, desechándose aumentos al IVA o Ganancias, y limitándose los del gasto.
Lástima que no incluirá las jubilaciones de privilegio o pensiones otorgadas a terroristas supuestamente desaparecidos. Dos prerrogativas a las que bien podría haberse puesto punto final. Carlos Bottino carlosbottino@fibertel.com.ar • Aporté durante 48 años, lapso en el que me desempeñé en un Banco Nacional. En setiembre de 2016, los 66 años de edad, renuncié al co- bro de mi jubilación para poder desempeñarme como contratado en una empresa del Estado. Durante los siguientes cinco años no percibí los haberes correspondientes. Con 72 años cumplidos, solicité a la ANSeS el pago de mi jubilación, con una serie de inconvenientes en la liquidación, que son motivo de otra historia.
En la actualidad y desde su inicio, sigo afiliado a la obra social Jerárquicos Salud, por el simple hecho que desde hace muchos años han cubierto todas las necesidades de mi grupo familiar, sin inconvenientes y con una atención esmerada y eficiente. Lo cierto es que para poder continuar debo abonar la totalidad del monto mensual establecido para el plan seleccionado, pudiendo derivar un monto insignificante del total que se me descuenta con destino al PAMI, que obviamente no utilizo.
Entiendo perfectamente que debe existir la solidaridad, pero hacerme cargo obligatoriamente de los desaguisados históricos, los altos índices de corrupción denunciados en el PAMI, me parece demasiado. Es menester liberar y permitir el derecho a elegir, que deberíamos tener los ciudadanos, fundamentalmente con aquellos que hemos cumplido en toda la vida, con todas nuestras obligaciones y en oportunidades en exceso. Néstor Trigueros misterex2011@gmail.com • Una cantidad de jubilados que aún podemos o con ayuda de familiares, seguimos pagando a prepagas, pues muchos tenemos enfermedades de larga data, y tenemos que realizarnos un seguimiento. A los jubilados nos afectan descuentos obligatorios para el PAMI, aunque no estemos afiliados y no hagamos uso del mismo. En anterior carta propuse que el descuento que hace el PAMI pueda ser derivado a la prepaga que tenemos. Por otra parte, el Gobierno viene realizando aumentos a las prepagas desde 2016 que son mayores a los aumentos que reciben los jubilados con las leyes de movilidad, agravado ahora por el cambio de fórmula y la pérdida de alrededor de un 9%.
Para paliar esta situación, además de derivar los descuentos del PAMI a la prepaga que uno decida, los aumentos de las prepagas para los jubilados tendrían que ser los mismos que nos aumentan a nosotros y coincidir con las fechas de los aumentos. Eduardo Torreiro eftorreiro@gmail.com • Hoy, en 2018 puedo decir, luego de un tratamiento y seis ciclos de quimioterapia, que finalicé en mayo, no existen signos y estoy en plena recuperación. Tengo sólo palabras de infinito agradecimiento a médicos del Hospital Posadas: a los doctores Gabriel Ollini y Kim; Beizaga y todo el equipo de OTRL, quienes fueron mis primeros receptores. Al equipo de Hematología: la doctora María Ventriglia, María Freitas, doctor Patricio Pereyra y la doctora Graciela Alfonso como jefa de Equipo, además enfermeros y secretarias. A Sergio y María Inés, quienes me asistieron durante meses en ciclos de quimioterapia, y Sergio, un incansable asistiendo a todos con dedicación única, muchas gracias. No me fue fácil llegar a cada tratamiento o consulta, pero fue tanta la contención recibida que salía reanimado por el corazón bendito de todos ellos.
Respetemos y honremos siempre al Hospital Posadas, a todos sus médicos y enfermeros quienes se brindan diariamente. Mi agradecimiento también a la Delegación Morón de PAMI, que resolvió mis gestiones rápidamente. Ricardo Verón ricaldoveron@hotmail.com