El nuevo Gabinete de Macri: más ministros voceros y “fusibles” para Peña
El plan es no exponer tanto al jefe de Gabinete con la comunicación. El rol que asume Ibarra.
Mauricio Macri no quería hacer cambios en su equipo. No estaba para nada disconforme con tener una veintena de ministerios, ni con el tándem que conformaban los ahora ex vicejefes de Gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, a quienes consideraba clave para auxiliar a Marcos Peña. Pero la fragilidad de la economía y los planteos que escuchó de su propia mesa chica lo convencieron de que debía oxigenar la gestión. Así, para los últimos 15 meses de mandato, el Presidente trazó un Gabinete reducido, con ministros con un perfil más alto y poder de decisión, pero al mismo tiempo, capaces de ser fusibles de peso ante una situación crítica como la que atravesó el Gobierno hace apenas una semana.
Allí acaso se expliquen los cambios en el Gabinete que implementó Macri: por primera vez sintió una fuerte presión para desprenderse de Marcos Peña, sus verdaderos “ojos”.
Los cambios anunciados el lunes, creen en el Gobierno, sirvieron para descomprimir. Pero Macri tomó nota de eso y quiere evitar que la presión se vuelva a instalar sobre Peña, ya que en ese caso no tendrá margen para ofrecer ningún sacrificio: “Ustedes se equivocan. No entienden que Marcos es el funcionario más im- portante para el Presidente. El día que lo hagan, van a dejar de preguntar si se va”, repitieron cerca de Macri.
Pero, más allá de eso, tras escuchar el reclamo al unísono de Larreta y Vidal, y en menor medida del ala política del Gobierno, el jefe de Estado dispuso un cambio central en la comunicación. No en los nombres que la administran, sino en la estrategia que había trazado Peña: desde el lunes, los diez ministros se transformaron en voceros de la gestión y cada día deberán brindar declaraciones: dos en conferencia de prensa, en Casa Rosada; y el resto según el requerimiento de los medios. “No podemos dejar que nos copen la cancha, tenemos que salir a jugar”, fue el razonamiento que hicieron en el oficialismo, en alusión al rol central que logró la oposición en los medios.
En Casa Rosada explican que este nuevo perfil de los ministros se puede plantear a partir del cambio en la manera de gestionar que impuso Macri: ya no hay más reuniones de coordinación, sino mini reuniones de Gabinete diarias. “Ahora somos menos, tenemos más influencia pero también más responsabilidades y obligaciones”, definió un ministro.
Aún con Peña enfocado en los temas de coyuntura -y en pensar la campaña para la reelección de Macri-, cuánto cambiará la toma de decisiones en el Gobierno aún está por verse. En rigor, ni siquiera los ministros tienen claro cuán independientes serán a la hora de avanzar con un programa de gobierno, ya que todavía no se definió el rol del nuevo vicejefe de Gabinete Andrés Ibarra. En principio, el ex ministro de Modernización, que conoce a Macri hace casi 40 años, auditará los números de la gestión: el Presupuesto que se invierte en cada área, las estructuras, que se cumplan las metas de los proyectos y el control de los gastos. ■