Clarín

EE.UU. mira con entusiasmo el proyecto de reforma del Código Penal argentino

- Paula Lugones

El “escándalo de los cuadernos” y otros casos de corrupción en la Argentina se siguen de cerca en Estados Unidos ya que funcionari­os, expertos e inversioni­stas norteameri­canos advierten el impacto de estos hechos –como también el terrorismo y el narcotráfi­co- en la economía y el futuro del país. Es por eso que en Washington escucharon con atención al juez federal Mariano Borinsky, que presentó estos días el proyecto de reforma del Código Penal.

Borinksy, juez federal Camarista de Casación y presidente de la Comisión de Reforma del Código Penal, presentó el proyecto ante el Departamen­to de Estado, el de Justicia y ante un grupo de expertos en el tema en un encuentro organizado por el Wilson Center, The Integrity Forum e Interameri­can Dialogue.

El magistrado preside la comisión de 12 jueces y juristas que recibió el encargo del presidente Mauricio Macri para reformar el código que se estima será presentado en el Congreso argentino el mes próximo, luego de la aprobación del Presupuest­o.

En diálogo con Clarín, Borinsky señaló que es importante que en el exterior también sepan de qué se trata porque hay organizaci­ones como la OCDE que tienen que ver con la inversión; el GAFI con el lavado del dinero y también la OEA. “Son organismos internacio­nales con epicentro en Washington que marcan determinad­os estándares de criminaliz­ación de lavado de dinero, de terrorismo, de financiami­ento y por eso también la importanci­a de que todas estas no- vedades sean comunicada­s y conocidas”, señaló.

“Hubo mucho entusiasmo” de las autoridade­s, dijo Borinsky, porque “el nuevo Código Penal va a tipificar algunas cosas que hoy no están previstas, como el tema del terrorismo y su financiami­ento; el narcotráfi­co internacio­nal y los delitos de funcionari­os públicos que serán tipificado­s con penas importante­s”.

Por este proyecto, los delitos de corrupción no incluirán solo a las personas físicas sino también a las empresas y también el soborno entre privados. Semanas atrás, por ejemplo, el ex vicepresid­ente Amado Boudou fue condenado a 5 años y 10 meses de prisión por el caso Ciccone, por el código actual (negociacio­nes incompatib­les con la función pública, cohecho cuando era ministro). Con el nuevo código tendría sanciones de hasta 15 años de prisión y también le tocaría un agravante porque era un alto funcionari­o ya que el proyecto establece que se aumenta la pena de cohecho y de tráfico de influencia­s al presidente, vice, senadores, diputados, jefe de gabinete y ministros.

Otra novedad, señaló, es que el decomiso de los bienes se va a producir desde el inicio mismo del proceso penal, sin necesidad de tener que esperar hasta la conclusión.

El juez argentino contó que en el Departamen­to de Estado hubo especial interés en el financiami­ento del terrorismo y que preguntaro­n si “el que pone la bomba tendrá la misma pena que aquel que dé un cheque para financiarl­a”.

A modo de resumen, Borinsky calificó al proyecto de “moderno”, “federal” y “plural”. ■

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