“Me había olvidado de lo que era sentir muchas cosas positivas”
Por un instante se pone en la piel afelpada de la pelotita. En una suerte de tubo presurizado, pero con alas y bastante más grande, llega en el vuelo 953 de American Airlines que aterriza en el aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza a las 9.26 de la mañana. De inmediato, como si saliera del vestuario del Arthur Ashe neoyorquino, comienza el peloteo. Juan Martín Del Potro, luego de ser finalista del Abierto de Estados Unidos, y dos espacios -cada uno con dos sillones y una mesa- para que los medios se turnen en breves pero jugosas charlas íntimas.
Llegar al último día en Flushing Meadows cerró un círculo casi perfecto. Desde septiembre del año pasado construyó un calendario con varios títulos -entre los que estuvo el de Indian Wells, su primer Masters 1000-, su mejor ranking histórico (tercero), más triunfos ante los mejores y dos semifinales y una final en cinco Grand Slams. No es una mera coincidencia que lo lograra a partir de sumar un entrenador fijo (Sebastián Prieto) y de comenzar a trabajar con un psicólogo (Juan José Grande) de forma estable.
“Creo que he tenido un año en el que evolucioné en muchos aspectos -reconoce Del Potro-: el humano, el tenístico y el mental. Todo eso hizo que hoy me encuentre en este nivel y demuestre en la cancha todo mi potencial. Estoy muy contento por todo esto porque es como que me había olvidado de lo que era sentir muchas cosas positivas, sobre todo en la época de lesiones”.
Apenas 20 años tenía Del Potro cuando chocó de frente con haber vencido a una leyenda como Roger Federer en la final de Flushing Meadows 2009. Entre el cimbronazo de ese cambio radical en su estatus y las lesiones en los años que sobrevinieron, pasarla bien en una cancha se volvió casi imposible. “Eso, más allá de que fue muy triste y malo para mí, me hizo dar cuenta de que uno tiene que tratar de disfrutar más todo”, dice.
Mis referentes de chico eran tenistas de Tandil y Martín Palermo, que terminó siendo mi amigo”.
Juan Martín Del Potro
Hoy se permite exteriorizar las emociones. “Ya tengo casi 30 años y estoy un poco más sensible -admite-. Ahora disfruto ganar un partido, pero también jugar al tenis, estas cosas, lo que me pasa afuera de la cancha. En estos momentos de mi vida todo viene cada vez mejor; el tenis me sigue sorprendiendo para bien, con cosas positivas, así que son muy pocos los malos momentos que estoy teniendo y eso me da tranquilidad”.
En ese sentido, amplía el concepto: “Creo que estas cosas me sorprenden y me hacen muy feliz porque muchas veces ni me las planteo. Así las tomé en los últimos me- ses y así lo disfruto mucho más; no siento una presión extra de tener que demostrar en cada torneo lo que tengo para dar”.
Cuando post final le preguntaron por su condición de “ídolo” argentino, se despegó de esa etiqueta. Pero asumió otra responsabilidad: la de ser un buen espejo para los más chiquitos. “Trato de que me salga lo más natural posible. Hay muchos chicos que me pueden poner como referente y un montón de mensajes que yo puedo dar desde adentro y afuera de la cancha y con eso trato de ser prudente. Yo también fui chico y siempre buscaba una figura a la que admirar, imitar o copiar. Uno debe ser consciente de eso”, explica.
La última pregunta de Clarín tiene que ver con esa relación de idas y vueltas que Del Potro construyó con la bendita Copa Davis. En varias ocasiones el tenista dio a entender que, cumplido el objetivo de ganarla, no encontraba el sentido de volver a disputarla y más teniendo en cuenta las exigencias del calendario. Pero ahora, con el nuevo formato que la hará jugar en una sede y durante un lapso de tiempo específico, ¿existe la chance de que vuelva? Delpo no se esconde y, por primera vez, deja una puerta abierta. Y dice: “Primero deberían esclarecer bien el formato; creo que no se sabe ni la fecha en la que se jugará. El año que viene estará de nuevo la Laver Cup, vendrá la World Team Cup de la ATP para el 2020, que también será por equipos, estará la Davis y no está todo muy claro. El día que planteen bien los calendarios y se sepan las condiciones de cada competencia, lo analizaré”. ■