Soledad Pastorutti: “Siempre me sentí cercana al rock”
Desde hoy y hasta el domingo La cantante cerrará el festival el domingo, con un repertorio de rock nacional, acompañada por una banda formada por músicos de El Bordo, Massacre, Las Pastillas del Abuelo, Bersuit y Carajo.
Muchas veces se habló de la fusión del rock con el folclore. También de la nueva generación de cantautores jóvenes que vienen de la música de raíz, pero están generacionalmente cercanos al rock. Incluso hubo canciones de rock grabadas por figuras del género como Mercedes Sosa. Pero lo que sucederá este domingo en el barrio de La Boca será una experiencia diferente y única que se bautizó Soledad y Los socios del rock, un título en clara alusión al recital donde Luis Alberto Spinetta reunió en Vélez a todas las bandas de su carrera.
Será la unión de La Sole con músicos de Bersuit Vergarabat, Massacre, El Bordo, Carajo y Las Pastillas del Abuelo, para un recital íntegramente dedicado a hits del rock ar- gentino, en el marco de la 11° edición del Festival Ciudad Emergente, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Un encuentro con antecedentes en esto de romper el molde, que propició las reuniones de Los Brujos y Avant Press, un gran homenaje a Cerati y shows sorpresa de Divididos y Babasónicos.
Anteayer, en el inusual horario de las 9 de la mañana, la Sole llegó a la sala de ensayos de Botafogo, un héroe del rock local que también estará presente en el show como invitado especial. Aceptó un mate mientras la banda se iba acomodando, y contó detalles de este nuevo proyecto, por ahora concebido como un show único, aunque no descarte que eventualmente se convierta en disco, o que termine “colando” algunas canciones en su repertorio habitual.
“Me enamoré de muchas de estas
canciones -dice la cantante- y es muy posible que se cuelen. Creo que hoy todo es posible, porque hay una apertura de mente más grande y nadie protestaría ni se agarraría de los pelos. Yo pasé por muchas etapas, incluso la de dejar de vestirme como gaucho o grabar en Miami, cosas
que para alguna gente fueron un sacrilegio. Superé muchos escollos, nada me mató, y con todo se crece”. -Quizá parezca que es la primera vez que te metés con el rock, pero generacionalmente estás muy cerca y hasta grabaste en un disco de homenaje a Calamaro. -Sí. Siempre me sentí cercana al rock. ¡Tuve mi primer CD a los 15 años, y era uno de Memphis la Blusera! Lo primero que hice fue para Música para soñar, el ciclo de Javier Malosetti en Telefe, donde me tocó hacer un tema de Soda Stereo, De música ligera. Y es cierto que generacionalmente siempre estuve cerca, aunque donde viví mi adolescencia el folclore no era un gusto que compartía con mis compañeros. Eran más rockeros y luego cumbieros. -¿En tu repertorio nunca hubo un tema de rock? ¿Ni siquiera “Sólo le pido a Dios”?
-No. Estoy tratando de pensar en alguno, pero no. Pero no porque no quisiera, sino porque no era el momento. Lo más rockero que hice es de mi autoría, que es Vivir es hoy, donde tocó (Carlos) Santana. Y trabajé con Lerner en el disco donde también grabó Pedro Aznar el bajo. El folclore tiene mucha más cerca-
nía con el rock que con cualquier otro género, por lo menos en este país. Como el tango mismo. Parecen géneros antagónicos, pero siento que están muy cerca. No soy una persona que estigmatiza los ritmos. Siempre debería existir el espacio para todos los géneros musicales, y hasta celebro la música alegre porque la gente también necesita eso. No me gusta ponerme en un lugar de decir: “Esto sí, esto no”. Ante todo, ¡porque alguna vez estuve en ese lugar donde la gente decía: “Ella no”! -Es raro que el productor Afo Verde no te lo haya sugerido hacer este repertorio. -Cuando hicimos el disco Diez años ya estábamos pensando en Raíz, ya él también se le cruzó por la cabeza tal vez hacer un disco como el In
consciente colectivo que había hecho con Fabi Cantilo. Con el rock siempre tuve una relación muy cercana y de hecho los rockeros siempre me han respetado, incluso a veces más que dentro de mi propio medio. Pappo tocaba con un director musical que tuve durante muchos años, Pablo Santos, y siempre me tiró buena onda. Me mandaba lindas frases. La primera vez que me crucé con Charly me dijo: “A vos te quiere la gente”, y dio media vuelta y se fue. Y una vez (Andrés) Calamaro me invitó a un Gran Rex. -¿Cuándo te propusieron esta idea para el Emergente?
-Primero me llamaron para participar de un homenaje a Virus en el festival Provincia Emergente, donde canté Imágenes paganas. Les gustó mucho y me alentó mucho la reacción de todos los demás artistas de esa noche. ¡Porque yo también tengo miedo de meterme en otro te- rreno! Después me propusieron hacer esto y me sugirieron un repertorio que era un poco más comercial, o hitero. Nos juntamos y fui optando por otras cosas, en un ejercicio muy lindo, donde estuve varios meses escuchando canciones. También reaprendí cosas de canciones que conozco desde que tenía 15 años, e incluso me guardé algunas que quedaron en el camino, para tal vez algún día incluirlas en un disco. También encontré mucho folclore dentro del rock, sobre todo en Fito. Pero no elegimos los temas más cercanos al género, sino los que la gente no se imagina que puedo hacer. -Pero aún así, ¿podés contar algunos detalles del repertorio para el domingo? -Hay dos temas de Charly García, Yo no quiero volverme tan loco y Mientes, que es de Tango 4. De Spinetta elegimos Quedándote o yéndote, a piano, y todas las demás versiones son bien rockeras, como Magia veneno, de Catupecu Machu, y El tesoro de los inocentes, del Indio, que la elegí yo especialmente porque me encanta la frase “si no hay amor, que no haya nada”. -¿Hay alguna que te haya costado más?
-La más difícil es Tumbas de la glo
ria, de Fito Páez, no me deja dormir, porque es como un tango hecho rock donde te olvidás una palabra y se cae como un dominó. De Soda Stereo hacemos Signos, aunque casi hacemos Crimen, de Cerati. También Desconfío, de Pappo, ¿Qué ves?, de Divididos, Costumbres argentinas, de Los Abuelos de la Nada, Irresponsables, de Babasónicos, y el tema de Virus. Nos van a quedar autores afuera, lamentablemente.