Preparan ejercicios contra ataques nucleares en la previa de la cumbre
En los últimos meses, los ejercicios locales e internacionales para garantizar la seguridad del G-20 se acrecentaron. En ese tren, en la primera semana de octubre, Buenos Aires será sede de un ejercicio conjunto de prevención de ataque nuclear, que realizarán las fuerzas de seguridad y de la defensa con las de los Estados Unidos. Semanas después, el Ejército realizará otra práctica de prevención ante ataques químicos y bacteriológicos.
Los contenidos y costos de lo que hace a la seguridad de la cumbre son mantenidos en estricto secreto por la ministra Patricia Bullrich, quien logró tener control aparte de lo que por otro lado lleva el llamado Consejo de Seguridad del G-20, que está en la Unidad G-20 y que también integran miembros de todas las fuerzas, incluso armadas. Igual, fuentes oficiales confiaron que el ejercicio nuclear será altamente sofisticado, aun- que de los que llaman "de mesa". Es decir, se realizará en oficinas, serán teóricos, no prácticos. No se informó quiénes serán las contrapartes estadounidenses pero sí que lo maneja la agencia de reducción de amenazas a la defensa de EE.UU.
El gobierno de Mauricio Macri sorteó en un principio los celos de países como China y Rusia sobre la asistencia descomunal que en particular está brindando Estados Unidos. Unos diez países están dando ayuda directa en materia de seguridad, entre e- llos Alemania y un país que no es miembro del G20, como Israel. El desembarco ya confirmado de Donald Trump para el G-20 le exige al Gobierno espacios de decisión y control a nivel local más visibles y descomunales en comparación con la de otros presidentes. Estos últimos también son demandas titánicas, pero siempre son más discretas.
Desde el año pasado, agentes extranjeros van y vienen entre sus capitales y Buenos Aires capacitando a los argentinos y reportando a sus gobiernos que esta ciudad viene dando garantías de que habrá seguridad para sus jefes de Estado y de Gobierno. Estos aterrizarán aquí para participar de la cumbre.
Para entonces las fronteras aéreas y terrestres estarán literalmente selladas. Aviones supersónicos sobrevolarán el atlántico, y un portaviones de los Estados Unidos estará frente a las costas de Buenos Aires. El Aeroparque Jorge Newery, y otros pequeños aeropuertos de la provincia de Buenos Aires estarán cerrados a la aviación comercial, y Ezeiza, funcionando a medias.
Las fuentes consultadas reconocen que la mayor vulnerabilidad de la seguridad del G-20 estará en la conflictividad social y por ende en las marchas de globalifóbicos mezclados con protestas de los locales como las que destruyeron las inmediaciones del Congreso en diciembre de 2017, y los que atentaron fuertemente en el G-20 de 2017 en Hamburgo, Alemania. Diciembre es siempre para la Argentina un mes sensible a nivel social. Y varias organizaciones ya están convocando a manifestarse contra Trump y el FMI. Existe un protocolo contra posibles actos terroristas. ■