Clarín

“La salida es el acuerdo político, lo tienen que entender el Gobierno y la oposición”

Luis Naidenoff. Senador nacional por Formosa. Jefe del interbloqu­e de Cambiemos

- Marcelo Helfgot mhelfgot@clarin.com

- ¿Con la democracia consolidad­a, qué cree que espera la gente del radicalism­o?

- Si hay un aporte de este partido a la democracia que nadie puede cuestionar es su consolidac­ión, a partir de , que supo convocar a una apertura con las otras fuerzas y se reflejó en momentos de zozobra y de crisis.

- ¿Y ahora?

- A partir de la fragmentac­ión de los partidos con la crisis de 2001, el aporte a los nuevos tiempos es plantar en la cancha una coalición que se consolida desde la diversidad. Con una gran novedad: la de un primer presidente no peronista que tampoco surgió de la UCR.

-Otra novedad es que se trata de un Presidente que se niega a gobernar con sus socios...

-El Presidente no dijo que no gobernamos juntos. Lo que sucede es que venimos de una historia de disciplina, verticalis­mo y obediencia, por lo que expresar diferencia­s en el marco de una coalición es una novedad. Pero es el gran activo que tiene Cambiemos. Tiene visibilida­d en el Parlamento, pero también en provincias y municipios. No es requisito formar parte del Gobierno para acompañar sus políticas. - ¿Si tuvieran más presencia en el Gabinete qué errores no hubiera cometido el Gobierno? - Más allá de las presencias, lo que se tiene que reflejar en una coalición es la capacidad de debate previo y de influir en la toma de decisiones. Algunos planteos nuestros no fueron receptados en el momento pero el tiempo nos dio la razón. Planteábam­os en mayo la necesidad de frenar la baja de las retencione­s. Algunos no acompañaro­n, pero nos encontramo­s con una buena noticia que fuimos por los ingresos y hay impuesto a las exportacio­nes. Lo mismo pasó con el aplanamien­to de las tarifas de gas.

- Parece que sólo les hacen caso cuando les desborda la situación...

- No sé si les desborda. Hay una toma decisiones del Ejecutivo y nosotros aportamos ideas. -También están los que desde adentro de la UCR dicen que el partido le está haciendo seguidismo a un proyecto neoliberal...

- Lo que hay es un gran sentido de la responsabi­lidad del radicalism­o, fundamenta­lmente por el contexto de emergencia y de crisis en el que vivimos. Son horas de prudencia, mesura y cohesión interna. Es la discusión que se dio en Olivos. Lo paradójico fue que algunos nos cuestionan con el diario del lunes porque fuimos a Olivos a pedir cargos y otro por no aceptar los cargos que supuestame­nte nos propuso el Gobierno. Es de una mediocrida­d enorme limitar la presencia del radicalism­o a una discusión de cargos. Nuestra presencia fue para discutir las medidas que se iban a tomar. Se discutió la posibilida­d de espacios en la reestructu­ración de poder como hablamos siempre. Pero la decisión es del Presidente. - Estuvieron en danza nombres como Lousteau o Prat Gay. ¿Los ve como el futuro del partido? - Más allá de los nombres, se discute la eventualid­ad del aporte del radicalism­o que le pueda dar volumen político al Gobierno. Para adentro, Lousteau es un dirigente de volumen en la Ciudad de Buenos Aires, como Morales en Jujuy, Valdés en Corrientes y Cornejo en Mendoza. El valor de lo colectivo es más fuerte que lo individual. Está en el radicalism­o tener la capacidad de construir un liderazgo nacional. - ¿Para el 2019 quiere que la UCR ponga al vice de Macri o ir a las PASO con fórmula propia?

- El escenario electoral esta lejano por los problemas del día a día. Pero no descarto nada.

- Hasta hace poco daban por segura todas las reeleccion­es y sumar más provincias. ¿Con qué se conforman ahora? -Lo primero es terminar con las crisis recurrente­s. Un país que convive desde hace décadas con la inflación, el déficit y el endeudamie­nto no brinda certidumbr­e a lo largo del tiempo. La

Expresar diferencia­s en el marco de una coalición es una novedad; el gran activo que tiene Cambiemos”

No hay “vieja” o “nueva” política. Hay buenas o malas políticas. Las malas, confunden lo público y lo privado”

Si a la sociedad se le pide un esfuerzo, el Estado también debe ser duro con los vivos y los pícaros que remarcan precios”

primera respuesta es que hay un problema político. Y excede a un gobierno.

- Pero estamos en vísperas de un año electoral y el Gobierno reconoció que vivimos una emergencia. ¿Cuál es la salida?

- Como dijimos desde el arranque, la salida sigue siendo el acuerdo político. Lo tienen que entender el Gobierno y la oposición. Independie­ntemente de que los tiempos electorale­s apremian, hay que asumir que la mirada corta no nos llevó por buen camino. El Gobierno tiene que entender que el acuerdo político es central, con una mirada integral, y la oposición tiene que brindar certidumbr­e. Después habrá tiempo en el peronismo para que encuentre su propio espacio de renovación.

- ¿Que contenido tendría el acuerdo? Se habla mucho de dejar de ser un país agroexport­ador y después le ponen una vela a la soja...

- Es que para ser un país con valor agregado y perfil industrial hay que acordar con todos los sectores. Incluyendo a la representa­ción de los trabajador­es y del sector empresaria­l. Segurament­e en el Congreso vamos a lograr el acuerdo presupuest­ario, pero es una mirada fiscal, la Argentina de mediano y largo plazo necesita de un gran acuerdo. Tampoco sirve la irrupción de liderazgos circunstan­ciales, porque nos fue muy mal. No hay salvataje individual si no construimo­s un proyecto colectivo.

- ¿Por qué cree que Macri no lo convoca?

- Hay cierta idea de que el acuerdo en su visión global es una especie de mala palabra. El Gobierno eligió acordar parcialmen­te con los gobernador­es y ley por ley. Tampoco le fue mal. Fueron las dos miradas: el aporte del radicalism­o y el camino que siguió el Gobierno.

- ¿Será la teoría de Durán Barba de no mezclarse con la vieja política?

- No hay vieja o nueva política. Hay buenas o malas políticas. Las malas son aquellas que confunden lo público y lo privado, los que someten a los ciudadanos y destruyen los valores republican­os. Lo bueno es administra­r el Estado para el progreso de la sociedad. Más allá de Durán Barba, no hay que inventar nada. No todo lo nuevo en política tiene que ver con lo bueno. Un ejemplo es La Cámpora.

- ¿Por qué cree que el peronismo aceptaría un acuerdo para compartir el costo de la crisis?

- Tiene que ver con el sentido de responsabi­lidad de la dirigencia. No les fue muy mal a las provincias. Hasta 2015, dos de cada tres provincias tenían déficit. A partir de Cambiemos, de las 22 que suscribier­on el Consenso Fiscal, 20 tienen superávit.

- Y la Nación quedó con déficit. Debe haber un problema de impericia...

- Se reconstruy­ó el federalism­o. Estaban destruidos los pilares básicos de la Argentina. En 2015 las provincias recibían 25% de coparticip­ación y hoy estamos en el orden del 34%. Algo cambió para bien. Tiene que reflejarse con el criterio de responsabi­lidad.

- Que yo sepa en política no existe la gratitud...

- No hablo de gratitud, hablo de responsabi­lidad. La mayoría en el Senado y en Diputados quieren expresar la renovación del peronismo, igual que algunos gobernador­es. A Cambiemos le podrán decir que subestimó la envergadur­a de la crisis o que sobreestim­ó el efecto de su irrupción política, pero no nos van a responsabi­lizar de que esta crisis la generamos.

- ¿El Gobierno se equivocó al buscar la polarizaci­ón con Cristina Kirchner?

- Tengo otra mirada. Lo de Cristina tiene más que ver con una discusión que tiene que saldar el peronismo. Tendrá que construir un espacio que recupere credibilid­ad; moderno, tolerante y republican­o, con la mochila de haber sido parte de la gestión que ha devastado al Estado.

- ¿A Cristina la ve presa o candidata en 2019?

- Si quiere ser candidata, la precondici­ón está. El bloque del PJ avisó que no apoyará otro eventual pedido de desafuero. La resolverá ella.

- ¿Por qué Pichetto se niega a facilitar el desafuero de la ex presidenta en el Senado?

- Porque en algunos temas hay un solo peronismo. Para los fueros y la protección.

- ¿A Cambiemos le conviene un PJ unido?

- No es bueno para la Argentina que la opción pase por mirar al pasado. La experienci­a del populismo derivó en el gobierno más corrupto de los últimos tiempos.

- Cuando el Presidente menciona el 2001 o Carrió habla del helicópter­o a mí se me eriza la piel. ¿Cual es su sensación?

- No fuimos nosotros los que fomentamos la idea del “club del helicópter­o”. Lamentable­mente hay sectores que trabajan alientan y apuestan a la desestabil­ización.

- ¿Si Macri no logra levantar la economía Cambiemos tiene un plan B para las elecciones?

-El Gobierno esta absolutame­nte enfocado en resolver la emergencia y va en la buena dirección con las medidas que se han tomado. En ese contexto, para hablar de la fórmula presidenci­al de Cambiemos falta un siglo.

- ¿Usted considera que las medidas son aceptadas por el electorado radical?

- Las bases de Gualeguayc­hú están más firmes que nunca. Cuando aprobamos la coalición decíamos que había que dejar atrás una década de populismo y recuperar la República. La tarea está en ejecución y los logros son enormes. No se puede mirar sólo la foto, hay que ver toda la película. Un ex ministro que decía que teníamos menos pobres que en Alemania habla de los pobres con los datos reales del INDEC. Si ganaba Scioli no había arrepentid­os en la Argentina. No había cuadernos ni empresario­s intocables investigad­os.

- ¿La gente lo va a valorar en las urnas?

-Estoy convencido. Pero si a la sociedad se le pide un esfuerzo, el Estado también debe ser duro con los vivos y los pícaros de siempre que remarcan los precios. Ahora tenemos una Ley de Defensa de la Competenci­a con sanciones fuertes y hay que dar señales claras.

- ¿Y las inversione­s que iban a llover?

- Una cuestión doméstica fue sobrevalor­ar la importanci­a de Cambiemos como emergente político que dejó atrás una década de populismo y que con el cambio y tu vinculació­n con el mundo era suficiente para lograr el acompañami­ento de los inversores. Pero lo que ocurrió fue que la Argentina tiene una falta de certidumbr­e que excede a un gobierno.

- ¿Con la ley de aborto, que ayudó a tumbar en el Senado, cree que la UCR perdió la oportunida­d de mostrar un sesgo progresist­a?

- Se dio libertad de conciencia. Cada uno se hará cargo. Así como el Presidente tuvo la valentía de impulsar el debate, Cambiemos hizo un culto a la diversidad. Lamentable­mente se perdió una oportunida­d, porque estamos ante un enorme problema de salud pública.

- ¿Por qué Insfrán resulta imbatible como gobernador de Formosa?

- Será exitoso en lo electoral, a partir de la perversa Ley de Lemas, pero es un fracaso social. La única salida laboral de los formoseños es la Terminal de Omnibus. ■

 ?? NÉSTOR GARCIA ?? Retrato. El senador Luis Naidenoff en su despacho en la ex Caja de Ahorro, junto a la foto de Raúl Alfonsín, cuya figura lo atrajo hacia la política. Atrás, el retrato de Alvear.
NÉSTOR GARCIA Retrato. El senador Luis Naidenoff en su despacho en la ex Caja de Ahorro, junto a la foto de Raúl Alfonsín, cuya figura lo atrajo hacia la política. Atrás, el retrato de Alvear.

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