Suman pruebas contra el ex fiscal acusado de integrar la banda de Melazo
Nuevos testigos denunciaron que utilizaba su poder para pedir dinero. Seguirá detenido.
El ex fiscal Tomás Morán, detenido el miércoles y acusado de pedir 30 mil dólares para no imputar a un sospechoso en un caso de doble homicidio, deberá seguir preso y su situación está cada vez más comprometida.
Morán está vinculado, además, en varias escuchas de la “megacausa” que involucra al ex juez César Melazo, acusado de dirigir una asociación ilícita con policías, barras y ladrones que cometió variados delitos en los últimos 10 años en La Plata.
El viernes, el juez de Garantías Pablo Raele rechazó un pedido de excarcelación planteado por el defensor oficial del ex funcionario. Consideró que existe “riesgo procesal” si Morán permanece en libertad mientras avanza el trámite judicial en su contra, ya que podría entorpecer la investigación.
La defensa también invocó cuestiones sanitarias para pedir la liberación, porque el ex funcionario tiene mal de Parkinson y cáncer de piel. Pero Raele evaluó que el encierro en una alcaldía de La Plata no impedirá la continuidad de los tratamientos.
Por otra parte, María Eugenia Di Lorenzo, la fiscal que lleva adelante la investigación obtuvo más testimonios que avalan la imputación por “concusión (pedir dinero abusando de un cargo público) , encubrimiento agravado y mal desempeño de los deberes de funcionario”. Esa es la acusación que pesa contra Morán, quien estuvo 12 años al frente de una fiscalía platense.
Aunque la detención de Morán y el caso de Melazo están en expedientes diferentes, ambas tienen múltiples puntos de contacto. De hecho, el pedido de prisión contra el ex fiscal se “consolidó” con las escuchas que figuran en el proceso contra el ex juez de Garantías y otros 12 acusados. En esa misma causa está imputado el camarista Martín Ordoqui, separado de su cargo durante 90 días.
Morán –jubilado desde hace dos años- fue detenido en lujosa casa del sur plantese. Según detalló el juez Raele, el ex fiscal “oprimía a testigos de las causas para que declaren lo que él quería que declarasen; los llamaba por teléfono en formal personal; cambiaba las declaraciones que consideraba que lo ne servían para sus fines fraudulentos, dirigiendo la investigación de acuerdo con su interés y propendía al entorpecimiento de investigaciones para deslindar la responsabilidad de quienes resultaran autores del hecho”. ■