Satisfacción por el pacto para una zona de seguridad en Idlib
El régimen y los grupos rebeldes celebraron la iniciativa que evitaría una masacre en esa populosa región siria.
La región de Idlib es la última estación de la guerra en Siria. Hace horas Rusia y Turquía llegaron a un acuerdo para formar un franja de seguridad que aparte a los grupos ultraislámicos de los rebeldes moderados.
El gobierno sirio y los rebeldes sirios saludaron este martes el acuerdo alcanzado el lunes por las dos potencias regionales para crear una zona desmilitarizada que evite el lanzamiento de una gran ofensiva contra esa región habitada por millones de civiles.
El régimen de Bashar al Assad celebró el convenio aunque advirtió que no cesará la lucha contra el terrorismo. Este pacto establece una zona de 15 a 20 kilómetros de ancho en el área. El propósito es que queden fuera de ella los grupos terroristas como Tahir al-Sham, una coalición de organizaciones fundamentalistas lideradas por la ex Al Nusra, una rama de la banda Al Qaeda. Lo que complica ese escenario es que estas organizaciones están de un modo u otro coligadas con los grupos respaldados por Estados Unidos. Al crearse la franja de seguridad, lo que se pretende es que los rebeldes moderados se separen de los yihadistas, cuestión ciertamente compleja.
Turquía demandó este pacto con Rusia debido a que intenta evitar un aluvión de refugiados desde Idlib a sus fronteras, las más próximas a esa región. Se calcula que una incursión que aplaste a los últimos grupos de resistencia causaría una enorme cantidad de baja civiles y obligaría a una huida generalizada.
La guerra en Siria está prácticamente culminada con excepción de estas últimas patrullas de resistencia. La participación de EE.UU. en el litigio ha crecido últimamente por la urgencia de Washington de ser parte en las negociaciones para la posguerra, pero la troika que las dirige ha eludido incluir a la Casa Blanca. ■