Más allá del récord anotador de Conte, el equipo viaja a Bulgaria sin convencer
La tensión se palpaba a la distancia. Argentina necesitaba ganar dos sets frente a Japón en el cierre del Grupo A y había perdido el primero por 26-24. Un primer alivio llegó con el 25-20 en el segundo, pero todo se vino abajo con un mal arranque en el tercer parcial. Hasta que llegó la remontada, el punto a punto extenuante y ese 32-30 que clasificó a la Selección a la segunda fase. Una segunda fase que será durísima en Bulgaria.
“Estoy feliz porque alcanzamos el objetivo, más allá de que perdimos (Japón ganó por 25-20 y 15-13 los últimos parciales). Será muy complicado lo que viene en Bulgaria, pero trataremos de lograr algo más en el tor- neo”, comentó Facundo Conte luego de la derrota.
El receptor punta, hijo del histórico Hugo, fue la figura descollante de Argentina. Tanto que anotó asombrosos 33 puntos y de esta manera consiguió un récord para un jugador nacional. De acuerdo al periodista cordobés Gabriel Rosenbaum, apasionado por las estadísticas, los 33 tantos de Facundo representan la máxima anotación de un jugador argentino en un Mundial desde que se juega con el sistema de rally point, en el que se suma cada punto sin importar qué equipo es el que saca.
Quien usa la número 7 superó los 29 puntos que le había marcado el opuesto Marcos Milinkovic a China en el Mundial de Japón 2006.
“Nuestra meta era ganar dos sets y lo logramos. Lamentamos haber perdido el partido, pero Japón nunca se dio por vencido y mereció la victoria”, comentó el asistente Julián Álvarez.
¿Cómo sigue el camino de Argentina en el Mundial? Por lo pronto, hoy viajará el plantel en micro hacia Milán, donde tomará un vuelo hacia Sofía. Y de la capital búlgara, otro micro hasta Varna, sede del Grupo H, compartido con Polonia, Serbia y Francia. Contra estos seleccionados complicados se enfrentará entre el viernes y el domingo.
Solamente avanzarán a la tercera ronda los ganadores de los cuatro grupos y los dos mejores segundos. Un camino que se torna prácticamente imposible para la Selección. ■