Clarín

San Lorenzo se quedó afuera de la Copa Sudamerica­na

Nacional ya ganaba 1-0 a los 10 con gol de Zunino. Y en el segundo tiempo el ex San Lorenzo Bergessio, la gran figura, sentenció la serie. La visita presionó al final, pero no le bastó.

- Guillermo Pellegrino uruguay@clarin.com MONTEVIDEO. CORRESPONS­AL

Nacional, con Bergessio como figura, lo eliminó en octavos.

San Lorenzo no pudo. Esta vez no hubo ni milagro ni épica. Hubo derrota. Y eliminació­n: con el 2-0, Nacional lo dejó afuera en los octavos de final de la Copa Sudamerica­na. Es un golpe para un equipo que en la Superliga no comenzó del mejor de los modos (suma siete puntos de 18 posibles) y que ahora deberá apuntar a la Copa Argentina, en la que enfrentará a Estudiante­s de La Plata en octavos.

San Lorenzo sabía que no iba a ser una cita fácil. No tanto por el 3-1 de la ida, que significab­a una ventaja relevante pero no definitiva sino, sobre todo, por el escenario y por la impronta del rival. Nacional de Montevideo es un gigante del Río de la Plata, de América y del mundo. Y se sabe que los duendes de su historia suelen aparecer en el Parque Central, esa cancha donde se disputó la jornada inau- gural de la Primera Copa del Mundo, en 1930.

Correspond­e decirlo: Nacional no es un equipo de magos ni de magias. No le sobra nada. Pero va. Pero cree. Pero busca a pesar de todo. Un detalle del Clausura de Uruguay cuenta que no se trata de un equipo invulnerab­le: marcha tercero a siete puntos del líder Peñarol, detrás del escolta Wanderers.

Hubo un momento clave en el encuentro. Sucedió a los diez minutos. Ese gol de pecho convertido por el mediocampi­sta Matías Zunino. Centro desde la derecha de Jorge Fucilelate­ral con dos Mundiales en su recorrido, arma capaz de sorprender con sus proyeccion­es-, cabezazo de Gonzalo Bergessio en el segundo palo, rebote en el palo izquierdo de Nicolás Navarro y aparición de Zunino. Uno a cero. Otro partido estaba en marcha.

No brindó mucho más que eso el equipo local en la primera etapa. No pareció un equipo convencido San Lorenzo. Entre los dos, al cabo, construyer­on un desarrollo que poco o nada tuvo de encantador. Algunos destellos de Gonzalo Castro, la intensidad de Bergessio, las proyeccion­es de Fucile por un lado; la tenacidad de Reniero, apenas, por el otro.

De todos modos, con ese 0-1 a San Lorenzo le alcanzaba con el resultado de la ida, en el Bajo Flores. Pero como tantas veces en el ciclo del Pampa Biaggio, el equipo parece atado con alambre, frecuentem­ente al amparo del azar (el golazo de Franco Mussis ante Patronato resultó apenas un es- pasmo épico) o de cuestiones de escritorio (contra Temuco, en el campo de juego, perdió los dos encuentros; pasó la serie por la mala inclusión de Jonathan Requena).

Otro detalle relevante en el desarrollo: a los 36 minutos salió lesionado el capitán Nicolás Blandi, su principal esperanza de gol. Lo reemplazó Alexis Castro, un mediocampi­sta.

Nacional tuvo una ventaja: jamás dejó de creer en que un segundo gol era posible. Y tras esos pasos, fue. Con sus limitacion­es. Pero sin vueltas. Vertical, intenso, bravo.

En cualquier caso, el gol llegó casi sin elaboració­n: pelotazo largo, duda de Marcos Senesi y salida sin convicción de Nicolás Navarro. Cosas del fútbol: los dos jugadores más parejos de los tiempos recientes fallaron. Y entonces apareció el futbolista más influyente del encuentro, Bergessio. No dudó, definió. Y después del grito ofreció un mensaje: hizo el gesto de un teléfono con las manos. Diría luego que fue para un amigo.¿Habrá que creerle? ¿Se habrá quejado de su ex club? Iban 9 del segundo tiempo.

Lo que quedó fue un desarrollo cambiante. Con más torpezas que lucidez. Tuvo su rato El Bolso. Pero no lo resolvió. No supo. Careció de precisión. San Lorenzo, incluso con diez (tras la expulsión de Bautista Merlini, quien duró tres minutos en el campo de juego), estuvo en la cornisa del empate. Lo tuvo Reniero. Lo tuvo Alexis Castro, ya sobre el final. Pero no hubo caso. Esta vez la fortuna se enterró en Montevideo. ■

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AP El dueño de la noche. Gonzalo Bergessio ya anotó su gol, el segundo del partido en el Parque Central, y lo festeja. Con el de anoche ya le convirtió 6 goles a San Lorenzo en su carrera.

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