Para declarar su amor, llevó un mensaje a 12 ciudades del mundo
Iniciativa romántica. Débora, una chica de 17 años que vive en Lanús, apostó a esa original estrategia para sorprender a su novio. “Creí que era Photoshop”, dijo Guido.
"Guido, Débora te quiere tanto que llegó hasta París", dice un cartel que una mano desconocida sujeta frente a la Torre Eiffel. La escena se repite en un parque de Disney, en la costa de Australia, en una calle de Barcelona. En total, alcanza 12 ciudades de 8 países. Con esfuerzo, una chica de Lanús de 17 años logró que su declaración de amor diera la vuelta al planeta. Y revolucionó las redes sociales.
"Mi novia le pidió a gente de todas partes del mundo que escriban esos carteles y saquen esas fotos. Cuando lo vi pensé que era Photoshop. Con vos nada puede ser simple, y el 'te amo' ya me queda chico", escribió Guido Paladino, también de 17 años, en Twitter. Lo subió el domingo y, en pocas horas, el posteo superó las tres millones de visualizaciones.
Más de 200 personas les escribieron desde distintos países pidiéndoles consejos para copiar la idea. Débora ya se comprometió a prestar su mano (y un papel) para "exportar" mensajes desde Buenos Aires. Y hasta se formaron grupos en Facebook que están pidiendo que manden carteles para ponerlo en marcha.
En diálogo con Clarín, los chicos se muestran felices ante una repercusión que, aseguran, superó todo lo imaginado. Y cuentan cómo fue el detrás de escena de la sorpresa, que llevó tres meses de trabajo intenso.
"Una vez una chica me pidió, en redes, que grabe un video para el novio, diciendo que en Argentina le manda- ban un saludo. La idea me copó mucho y dije: '¿Por qué no hacer un cartel, que es algo más sencillo?'", cuenta Débora. Agrega que ellos sueñan con viajar juntos por el mundo pero, como todavía son chicos, este regalo fue una especie de adelanto.
"Empecé a hablar con gente por Instagram. Busqué gente de lugares que me interesaban y les mandé mensajes en sus idiomas", agrega la chica. Para eso, pidió ayuda a su profesora de inglés, que es políglota.
"Muy pocos me respondieron, pero las que lo hicieron, le pusieron mucha onda", sigue. Además de acudir a desconocidos, la chica aprovechó las vacaciones de invierno para pedirle ayuda a sus amigos que viajaban. Cuando reunió todo el material, armó una caja. La forró con mapas N° 6, la llenó de golosinas y le agregó una carta sellada con un corazón.
Débora y Guido se conocieron en una clase particular de matemática. Poco después, el muchacho la contactó por una red social. Se pusieron de novios este año, detalla la chica. Las declaraciones de amor son constantes, al punto de mandarse emojis con anillos de compromiso. "Él es muy cariñoso", dice Débora. "Se anima a decirlo con orgullo en una red", subraya la joven. Y Guido no se queda atrás. "Lo que ella me hace sentir no me lo hizo sentir nadie en ningún momento de la vida", asume.
En tiempos de relaciones que se extinguen muy rápido, ellos valoran ir contra la corriente. Están acostumbrados a que los juzguen en la vida real, al igual que hicieron muchos usuarios de Twitter, con sus típicos memes. Algunos recordaron la publicidad de una gaseosa que repetía "lo dulce no quita la sed" y "cortá con tanta dulzura". Otros, replicaron carteles con mensajes del tipo: "Lali, Eze te quiere tanto que llegó hasta Gerli". Y siempre están los comentarios hirientes, aunque Débora y Guido optaron por esquivarlos.
"Para mí no somos normales. Me pasa con mis amigos, que me dicen que soy un goma o un intenso, con buena onda, pero me doy cuenta de que ellos no lo harían. Pero yo la verdad que estoy re contento con ella", sostiene el último gran romántico.
Tampoco les asusta imaginar una vida compartida. "Siempre fantaseamos con eso", dice Guido, "sabemos hasta las nombres de los hijos", agrega, aunque dice que son un secreto. Débora coincide con el pronóstico a largo plazo: "Sí, la verdad que yo me veo en un futuro con él. Eso es lo que quise mostrarle con el regalo. Que lo quiero muchísimo". ■