Rugbiers solidarios Los All Blacks, de visita
Mientras preparan el choque del sábado con Los Pumas estuvieron con los internos del penal de San Martín.
Hace nueve años, en la cotidianeidad de los reclusos en la Unidad 48 de San Martín, se filtró una luz de esperanza. Es que en 2009, Eduardo Oderigo, abogado penalista y ex jugador de San Isidro Club, se animó a colocar la piedra fundacional para ofrecer una vida distinta, ligada al deporte. El primer “entrenamiento” en el que Oderigo, con la pelota bajo el brazo, les enseñó a jugar al rugby, convocó a diez internos. Nacieron los Espartanos. Ayer, 60 de ellos compartieron cerca de una hora y media a puro rugby con los All Blacks, los bicampeones mundiales.
La presencia de los hombres de negro en la cárcel trajo aparejada esa brisa de aire fresco que hace olvidar la reclusión y los acerca a aquella tan preciada libertad. Un dato: practican rugby de manera sistemática alrededor de 1.100 internos en 29 de las 56 unidades carcelarias.
El encuentro no se trató de un cumplido. Algunos de los mejores jugadores del mundo, entre los que se destacan Sonny Bill Williams, Richie Mo’unga, Scott Barrett y Veaea Fifita, transmitieron sus conocimientos en una rutina bien completa entre risas y miradas cómplices.
Al ingresar al campo de juego del establecimiento carcelario, el equipo local formó para recibir a los profesionales y luego de los saludos y aplausos, se dividieron en cuatro estaciones para realizar distintas actividades de entrenamiento en las esqui- nas de la cancha. Practicaron técnicas de tackle, contacto y pase de pelota, además de rutinas físicas.
Después se reunieron todos los jugadores y hubo un breve espacio para hacer unos toques a modo de tocata, esa variante del rugby en la que en vez de tackles se entrega la pelota al tocar al rival debajo de la cintura.
Gabriel Márquez Ramírez, el capitán de Espartanos, dijo muy emocionado: “Esta es una experiencia inolvidable. Son los mejores del mundo y nos vinieron a ver. Sabemos que son muy humildes, que hasta limpian los vestuarios después de cada partido. El rugby nos cambió la vida. Este deporte nos enseñó que nunca tenemos que bajar los brazos”.
Los hombres de negro no se hicieron presentes con las manos vacías: 12 pelotas, una camiseta y una gorra fueron obsequiadas y recibidas justamente por Gabriel. Oderigo contó que hace un mes y medio recibió un e-mail con el pedido de los jugadores para concretar este encuentro.
Los All Blacks están en Buenos Aires para enfrentar este sábado a las 19.40 a Los Pumas, en Vélez, por una nueva jornada del Rugby Championship. Pero para los hombres de negro no solamente se trata de competir. Llegaron el sábado y desde ese día los jugadores del mejor equipo de rugby del mundo desarrollan múltiples actividades. Y en otra vivida ayer a la tarde, algunos de ellos fueron a la cancha 2 del Campo Argentino de polo a ver la final del Argentino Juvenil.
Para coronar la visita a los Espartanos, los neozelandeses realizaron el tradicional haka, una marca registrada del equipo antes de comenzar cada partido. Los Espartanos se formaron con sus camisetas amarillas. Fue el final feliz de una jornada para el recuerdo.