Cómo entender la guerra del extremismo islámico
En “El sueño de los mártires” explica que la salida no puede ser militar y que Occidente no fue mero inocente.
El filósofo argentino Dardo Scavino ganó el Premio Anagrama de Ensayo, en su edición número 46, con El sueño de los mártires, un texto que explora los orígenes del terrorismo islámico y las responsabilidades de las potencias mundiales en su expansión.
El jurado definió su trabajo como una “fidedigna y brillante anatomía de las motivaciones del yihadismo”, y destacó que también se presenta como una “impugnación de la falsa inocencia de Occidente”.
El premio, que se entrega en Barcelona, otorga 8.000 euros ( unos 9.400 dólares). El ensayo se impuso entre 99 originales enviados al concurso español desde 13 países.
Scavino, que actualmente reside en Francia, explicó tras conocer la noticia que el problema del extremismo islámico requiere una solución política y no militar, ya que esta última “agrava la situación”.
Consideró, además, que tras las dos guerras mundiales, el conflicto del yihadismo ha desencadenado “la primera guerra global, porque ya no es interestatal y su campo de batalla alcanza cualquier parte del planeta”.
En este teatro de operaciones sin límites claros, “un Estado ha declarado la guerra a una organización que no es estatal, sea Al Kaeda, Daesh o Isis, aunque estos se autodenominen Estados”, y se ha generado, profundizó, una “situación singular, en la que Estados Unidos se reserva un derecho de ataque en cualquier territorio nacional, sin pedir permiso a ese te- rritorio, sea Pakistán o Siria”.
En su obra, el autor explora no sólo las motivaciones publicadas por el propio yihadismo, sino los cambios sociales ocurridos en los últimos 30 años que le dieron lugar y le permitieron crecer.
En esa exposición del fenómeno, Scavino llega hasta los atentados de Barcelona de agosto de 2017, y no deja de analizar el papel de las redes sociales utilizadas para reclutar nuevos adeptos, como se pudo verificar en Europa en el marco de diferentes investigaciones.
El sueño de los mártires analiza, también, el limbo legal que se ha creado con “un estatuto especial para los prisioneros, arrestados en cárceles clandestinas, a los que no se aplica la Convención de Ginebra -de protección de ciudadanos y detenidos en condición de guerra- por no ser considerados como combatientes extranjeros, ni la legislación criminal estadounidense, ya que no son contemplados como delincuentes, y por tanto, no tienen derecho a un abogado”.
Scavino señala que en este enfrentamiento global se usan drones, con el objetivo de reducir a cero las bajas propias, contra “chalecos explosivos”. De este modo, explica, el mártir asume “la vieja figura del héroe que muere por la patria, como el kamikaze o el yihadista, y la figura de la víctima inocente, en el sentido de que no es un combatiente”.
El libro ganador del Premio Anagrama introduce el tema yendo al año 2000, en sus primeras páginas, cuando se especulaba con que los atacantes eran “agentes dormidos, como en la época comunista”, aunque luego se demostró que “los jóvenes eran reclutados en pocos meses”.
El autor nacido en El Palomar, en el oeste del GBA, se interroga sobre otro cambio significativo: ¿por qué los movimientos de liberación árabe, antiimperialistas, laicos y “socializantes”, se transformaron?
“La causa del radicalismo es política y social y, en muchos casos, se ha podido comprobar que los reclutados desconocían los principios fundamentales del Islam”, definió el autor, quien se propuso pensar “qué es este fenómeno por el cual chicos crecidos en países europeos se van a Siria a pelear por el Estado Islámico”.
Y señala que, aunque parece una guerra de religión, se trata de “un problema esencialmente político con una apropiación de textos religiosos, sobre todo del lado del yihadismo, si bien en Occidente se utilizan términos como el Eje del Bien y del Mal o incluso el ex presidente Bush apeló a que Dios le envió una misión”.
El argentino, que da clases en la Universidad de Pau (en el sur francés), se interesó en el tema en 2004 al ver la conmoción que este causaba en sus estudiantes, muchos de ellos de origen árabe. ■