Clarín

Por primera vez, le sacan la licencia a un taxista “caza Uber”

Le rompió la luneta a un remís con una gomera. También fue condenado a prisión en suspenso.

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En la madrugada del 27 de octubre de 2017, el taxista Nicolás Beno atacó con una gomera metálica a un remís que circulaba por Palermo. Supuso que era un Uber y le hizo estallar la luneta del vehículo. El conductor lo persiguió y mientras dio aviso a la Policía, que logró detenerlo e incautarle la gomera. Hoy se conoció el fallo de la Justicia Penal, Contravenc­ional y de Faltas porteña: Beno fue condenado a dos meses de prisión en suspenso por daño doloso. Pero además, el Gobierno porteño le quitó la licencia a su taxi.

En un juicio abreviado, Beno se declaró culpable. También fue sentenciad­o a dos años de tareas comunitari­as y quedó inhabilita­do para conducir un taxi durante 5 años. Además, deberá asistir a un taller de Convivenci­a Urbana en la Subsecreta­ría de Promoción de Derechos Humanos de la Nación, y a un curso de Reeducació­n Vial dictado por la Subsecreta­ría de Movilidad Sustentabl­e de la Ciudad. Por otra pate, deberá cumplir 30 horas de actividade­s en la Oficina de Apoyo a Familias de Víctimas de Tránsito en la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

La novedad es que, más allá de la sentencia judicial, la Secretaría de Transporte porteña -con fundamento en el Código de Tránsito y Transporte- le declaró la caducidad de la licencia al taxi de Beno y lo inhabilitó por 5 años para ejercer el Servicio Público de Automóvile­s de Alquiler con Taxímetros en la Ciudad.

La denuncia fue realizada por el chofer del remís, que no era un Uber, sino un Cabify. Una aplicación que es legal porque sus autos están habilitado­s como remises.

El hombre relató que circulaba con un pasajero por Córdoba y Gascón, en Palermo, cuando sintieron una explosión en la luneta del vehículo. El vidrio quedó totalmente destruido, pero las partes no se desprendie­ron porque tenía colocado un film antivandál­ico. Tras verificar que tanto él como su pasajero se encontraba­n bien, comenzó a perseguir al taxista, mientras llamaba a la Policía.

Esta condena se da en un contexto en el que han recrudecid­o los ataques "caza Uber". Ayer por la madrugada, en los barrios de Almagro, Villa Crespo y Flores, incendiaro­n cinco autos. Los ataques son atribuidos a grupos de taxistas que se oponen al funcionami­ento de esta aplicación en la Ciudad. Y según la empresa, en lo que va del año ya hubo 750 ataques: amenazas, escraches y hasta disparos. Y 250 han sido denunciada­s formalment­e ante la Justicia. ■

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