Carrió no pudo asumir en una bicameral y acusó al peronismo de proscribirla
El PJ Federal, los K y el massismo vaciaron la reunión de la comisión encargada del control de los fiscales.
En medio de un clima enrarecido y de desconfianzas en el Congreso, Elisa Carrió no pudo asumir ayer como presidenta de la comisión Bicameral de Seguimiento y Control del Ministerio Público de la Nación. Por ausencia de todos los diputados y senadores de las distintas vertientes del peronismo que la integran, no hubo quórum. Carrió se fue denunciando un “veto” de la oposición.
“Me encanta estar proscripta, estar presa, y estar gorda”, lanzó con humor ácido la líder cívica al dejar el Salón de las Provincias del Senado. Sostuvo que hay fiscales que tampoco la quieren al frente de la comisión que los audita. "Que divino ser proscripta por el PJ", tuiteó más tarde.
“Lamentamos que no estén presentes el FpV, Argentina Federal y el Frente Renovador. Cambiemos ha dado quórum”, sostuvo el jefe del interbloque oficialista en Diputados, Mario Negri. Agregó: “No queremos pensar que hay algún tipo de proscripción o de intento de veto. Si así fuera respecto a Carrió, que es quien va a presidir la comisión, lo rechazamos”.
Esta comisión fue presidida el año pasado por Graciela Camaño, del Frente Renovador. Fue en el marco de una negociación para apartar de la Procuración a Alejandra Gils Carbó, aunque finalmente la kirchnerista ex jefa de los fiscales renunció.
Ahora el cargo está provisionalmente en manos de Eduardo Casal, de buena relación con la Casa Rosada, mientras el Senado puso en el freezer el tratamiento del pliego de la candidata de Mauricio Macri a convertirse en nueva jefa de los fiscales, Inés Weinberg de Roca.
Lo extraño de este asunto es que se suponía que existía un acuerdo político para que Carrió asumiera. Este turno le correspondía a un senador, por alternancia. Entonces, para que una diputada pudiera quedar al frente de esta bicameral oficialismo y oposición habían negociado que el senador Rodolfo Urtubey quede de titular de la Bicameral de Implementación del Código Procesal Penal.
En Cambiemos dijeron que este acuerdo fue negociado entre el titular de Diputados, Emilio Monzó y el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (ambos macristas).
Por eso cuando ayer todos se preguntaban por el rol del influyente Miguel Pichetto (al que Pinedo debía haber consultado), el rionegrino salió a negar su participación en un acuerdo. Expresó que lo pautado a principio de año fue que el senador Pedro Braillard Poccard estaría al frente de la bicameral, y “no un diputado”. Que se enteró “por los diarios” que allí iba a asumir Carrió, y se desmarcó del desplante: “No estoy de acuerdo con ninguna proscripción”.
Según versiones, Pinedo había hecho el arreglo con el senador Urtubey. Ayer mismo, desde la bancada del PJ del Senado se habría coordinado con el FpV y el massismo vaciar la reunión de la comisión.
Lo último que dijo Carrió al dejar el Senado fue: “De Urtubey me extraña porque lo conozco al gobernador”. Ligó así al peronismo federal en el Senado con el fracaso de la reunión.
Camaño, que integra la Bicameral, fue la primera en salir al cruce. Sostuvo que "es caradura la actitud de Cambiemos que dos meses antes de concluir las sesiones ordinarias, con la Procuración 'intervenida', impone la persona (por Carrió) que denostó la comisión y su trabajo. Esta comisión debió conformarse en marzo. Dejen de hacerse los 'puros' mientras aprietan jueces y fiscales”.
La personalidad de Carrió también aparece como factor. Clarín pudo saber de legisladores que jamás irían a votarla. Sí aceptarían que la presidencia de la comisión quede en manos de otro oficialista. En Cambiemos entienden que la ambición de Carrió por el cargo obedece a que se ve a si misma como “fiscal de la República” y a que desde la bicameral podría supervisar la tarea de los fiscales. ■