Las cárceles federales, a tope: hay 12.302 detenidos y más de la mitad no tiene condena
Denuncian que hay 237 presos más de lo permitido y que en el primer semestre hubo 301 casos de tortura.
La Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) es un organismo estatal autónomo del Poder Ejecutivo y Judicial. Se encarga del control de la actividad de la administración penitenciaria y cada trimestre elabora un informe con la situación de las cárceles federales. El último fue publicado el martes e indica que hay 12.302 presos en los 32 complejos penitenciarios (colonias penales, institutos, centros de detención).
Según el informe de la PPN, al segundo semestre de 2018 hay 237 presos más que lo que permite la capacidad de alojamiento de Servicio Penitenciario Federal (SPF). Ese número es menor al registrado en tercer trimestre de 2017, con 696 casos. “Los números son casi idénticos porque la PPN tiene acceso a toda la información. Existe un mínimo diferencial que se puede dar por los casos de internos en tránsito, por ejemplo”, explicaron desde el SPF.
Del informe se desprende una conclusión central: el sistema está a tope, al límite y eso está directamente relacionado con el incremento sostenido de ingreso de detenidos desde 2016 a la fecha. En el cuatro trimestre de 2014, los internos eran 10.274. “Si bien la tasa de encarcelamiento descendió en algunos países europeos y en Estados Unidos, en Argentina las proyecciones futuras son poco prometedoras, considerando las modificaciones de la ley 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad aprobadas en 2017”, dice el informe.
Según la PPN, una clave es el “abuso de la prisión preventiva” y las pocas alternativas que se ofrecen al encarcelamiento, a lo que se suma “la reducida aplicación de institutos de egresos anticipados (y) la presión de la opinión pública”.
Del total de detenidos, 7.196 fueron procesados y sólo 5.102 tienen condena, con cuatro casos de inimputabilidad. El 92 % son varones, el 8 % mujeres, y el 0,3 % trans o travestis, indica el informe.
La Procuración Penitenciaria detalla que “las consecuencias más graves de la sobrepoblación carcelaria son la tortura, los malos tratos, el aumento de la violencia dentro de las cárceles y la deficiente alimentación y atención a la salud que reciben las personas detenidas”.
Los casos de tortura y malos tratos relevados hasta 2017 llegaron a los 615 ese año, una cifra sensiblemente menor a la de períodos anteriores. Para el primer semestre de 2018, ese registro está en 301 casos. Entre enero y junio de este 2018, fallecieron 22 presos, seis de ellos de manera violenta, a lo que se suma un caso dudoso. “A diferencia de los periodos anteriores, en este sobresalen las muertes a causa de enfermedades, que evidencian las deficiencias de la atención médica intramuros”, indica el informe.
Los problemas de las cárceles argentinas no se limitan al Servicio Penitenciario Federal. En septiembre, un fallo judicial ordenó crear un comité de crisis para resolver la superpoblación en los penales bonaerenses. Según las cifras oficiales, actualmente las cárceles de la provincia tienen alojados 42.064, cuando la capacidad total apenas supera los 28.800 lugares.