Dos goles y dos tiros en los palos durante el recital de Leo Messi en Wembley
Puso en marcha a un Barça que viene a los tumbos en la Liga. Mensaje de Icardi: “Que vuelva a la Selección”.
La sonrisa se manifiesta igual. Bajo el cielo de Wembley, Lionel Messi se olvida de todo lo feo que fuera del campo de juego le cuenten. En el escenario de la Champions League, territorio de obsesiones en esta temporada posterior al incómodo Mundial de Rusia, el crack rosarino ofrece la mejor de sus versiones, la del mejor del mundo.
Ante el Tottenham, Messi fue Messi. Hizo dos goles. Pegó dos tiros en los palos y lleva 9 disparos en los postes en 10 partidos. “De Messi no me sorprende nada” dijo resignado Pochettino, tras el 2-4.
Se lució. Quedó una impresión: juega con ganas nuevas en la máxima competición continental. Quizá a modo de revancha. Suma cinco tantos en dos partidos y es el goleador de la Champions. Les dedicó la victoria a los pocos culés que fueron a Wembley, un estadio que es como el patio de su casa y que ayer tenía el césped en pésimo estado. Y también ofreció un festejo curioso. Casi como si fuera un clown, un payaso por un rato.
Después, Messi le puso palabras a la segunda victoria sucesiva del equipo en la competición favorita: “Hicimos un partidazo. El primer tiempo fue extraordinario. Estamos muy contentos porque salió todo como queríamos”. Y agregó: “Tuvimos un poco de mala suerte. Íbamos 2-0 ma- nejando el partido, tuvimos dos palos y en la siguiente jugada nos hicieron una contra rápida, y con el 2-1 nos complicaron el partido, pero nos supimos sobreponer y lo resolvimos al final. Fuimos muy superiores”.
Allí, a la salida del vestuario visitante, ofreció más palabras: “La Champions es obviamente la frutilla del postre. Todos soñamos y queremos conseguirla, pero tenemos claro que tenemos que estar bien en Liga y en la Copa todo el año”.
De repente su fútbol deshace el trauma del afuera. A partir de una investigación respecto de irregularidades en los balances de la Fundación Messi, el argentino le inició un juicio al diario español ABC y al periodista que impulsó la denuncia, Javier Chicote. Lo publicado, según el jugador, había afectado “su honor y buen nombre” y reclamó una reparación de 202.786 euros. Ahora, Leo recibió una noticia incómoda: su demanda fue desestimada por la Justicia de Barcelona y deberá pagar costas.
La Champions, mientras el afuera lo pone en un lugar que no le agrada, le permite a Messi disfrutar. En simultáneo, desde Milan, Mauro Icardi, tras su gol al PSV con el que Inter ganó 2-1, brindó un mensaje de él y de muchos: “Messi tiene que volver a la Selección”. ■