Clarín

La aliada feroz que le habla a la base electoral de Cambiemos

Crítica. Elisa Carrió castiga a los funcionari­os de Macri.

- Ignacio Miri imiri@clarin.com Presidente también recogió con aquellas palabras

El 2 de abril, luego de algunas semanas de silencio, Elisa Carrió se sentó casi dos horas en el living del programa El Diario de Mariana. Ese día, el dólar se vendía a 20,13 pesos, algunos centavos menos que treinta días antes y sólo 50 centavos más que el 2 de febrero. La economía crecía y el Gobierno seguía disfrutand­o de la fortaleza que le había proporcion­ado el triunfo electoral de finales del año pasado. Pero Carrió dijo que no estaba de acuerdo con el esquema de au- mento de tarifas de los servicios públicos que había anunciado la Casa Rosada hacía pocos días.

La declaració­n de la diputada de Cambiemos fue el aleteo de la mariposa que terminó impulsando una ley votada por la oposición para anular esas subas, que los banqueros y financista­s del mundo leyeron como un recordator­io de que Mauricio Macri seguía sin tener en sus manos mayorías parlamenta­rias propias que le permitiera­n poner en práctica algunas reformas. Esa fue la playa perfecta para el desembarco en la Argentina de la crisis económica que tiene al país a los saltos y al Gobierno temblando, pero la aliada feroz del

el descontent­o que caminaba en buena parte de la clase media de la Capital Federal y el Conurbano -un eje primordial de la base electoral de Cambiemos- con los aumentos en las boletas de luz, gas y agua que se superponía­n a las persistent­es subas en otros bienes y servicios.

En ese mismo programa Carrió también descargó su furia sobre el ministro de Justicia, Germán Garavano. “Yo no tengo ninguna relación ni la voy a tener en mi vida con el ministro Garavano”, dijo la jefa de la Coalición Cívica, arropada con un convenient­e vestido amarillo.

Esa furia resurgió ahora, cuando castigó al mismo funcionari­o, que esta vez se animó a poner en cuestión otro de los ingredient­es del cemento que une a Cambiemos: la convicción de que Cristina Kirchner tiene que estar presa.

Carrió tiene informació­n muchas veces incorrecta, pero también tiene la nariz más fina de la política para detectar conspiraci­ones y sabe que en el Gobierno hay funcionari­os que creen que la libertad de Cristina es la mejor garantía para que el peronismo siga dividido y débil hasta las elecciones del año próximo. Incluso, cuando deja volar su imaginació­n, la diputada insinúa en conversaci­ones privadas que hay funcionari­os y dirigentes de Cambiemos que prefieren no ser tan duros con la ex presidenta atendiendo a otras motivacion­es, no necesariam­ente sostenidas por el interés electoral.

Carrió también aprendió que el modo más efectivo de romper esos escenarios que visualiza en su mente es tirar misiles hacia el exterior. Ella gana en público sus batallas privadas. En el Gobierno suelen decir que Carrió rompe las líneas de comportami­ento aceptadas en un equipo que prefiere la calidez de los nombres de pila. Eso es cierto. Es una revoltosa que no se calla ni siquiera en un momento tan delicado como el de hoy. Pero también es posible que la diputada esté cumpliendo la función que cumple un guardarail en la ruta: mantener a los conductore­s dentro del camino, aunque en ese proceso aparezcan raspones y abolladura­s. Mal que les pese a quienes no la soportan en la Casa Rosada y en los bloques oficialist­as del Congreso -podría decirse que ya forman una legión- ella es la única dispuesta a hacer ese trabajo. ■

 ??  ?? Elisa Carrió.
Elisa Carrió.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina