“La clave es emocionarse sin dejar de bailar”
El guitarrista y cantante de la banda escocesa habla de su nuevo rumbo musical, del público argentino y de Trump. El domingo tocan en Museum.
Always Ascending es la más reciente producción de Franz Ferdinand. Si se traduce, sería “Siempre ascendiendo”, algo que para Alex Kapranos, el líder del grupo escocés que regresa a Buenos Aires para tocar el domingo en Museum, “debe hacer toda banda”.
Para su quinto álbum de estudio, el comandante de Franz Ferdinand dice que quiso volcar a su sonido “música de baile, pero tocarla como una banda en crudo”; o sea, una mezcla justa, según cuenta, para que no termine de empalagar. Así, el grupo regresó ingeniosamente a los sintetizadores, a la atmósfera electrónica y a esos livianos estribillos, donde persiste un punch eléctrico y rockero dentro de un estilo indie.
A final de cuentas, la sonoridad de Always Ascending (2018) es totalmente atemporal, que está ahí flotando como una “nube imaginaria”, de acuerdo a Alex. Y, a modo de resumen, la frase “siempre ascendiendo”, con la cual tituló en el álbum, es lo que hizo, hace y hará su banda. “Estoy comprometido con eso”, sentencia con firmeza.
“No tenemos una perspectiva diferente, en cuanto a lo musical, desde que arrancamos. Siempre quisimos escribir músicas que líricamente contengan historias y que sean libres en cuanto a la emoción. Porque la vida te inspira a escribir. Musicalmente seguimos teniendo ese toque rockero para mixturarlo con música bailable. Pienso que si a la lírica emocional la hacemos con una balada, pueda que tenga más sentido... Pero nosotros quisimos incluir una emoción en las letras que no te permita permanecer sentado. La idea de Ferdinand es que debés levantarte y que la energía pase por todo tu cuerpo, no importa qué o cómo lo digamos”, detalla, como si fuera la sinopsis del grupo.
Lo que además se aprecia de su nuevo disco es que, en breves lapsos, Kapranos le hace un guiño tanto a la rebeldía furiosa de Mark E. Smith como a algunas de las tonalidades que emanó David Bowie en los '80. Todo, bajo los atentos oídos del productor Philippe Zdar, quien para Alex “tiene el mejor gusto”.
“Lo que hace no sólo suena bien, sino que suena también honesto, humano. Y como él viene de la música dance, es el mejor complemen- to que pudimos encontrar. Fue perfecto para nosotros poder contar con él, siendo una banda de rock que amamos ese género. También fue una experiencia increíble, lo disfrutamos mucho”, expresa.
-Tu último álbum habla de ascender y evolucionar. Desde el disco debut en 2004, del gran éxito Take Me Out, al presente, ¿qué te hizo dar cuenta del paso del tiempo de la banda?
-Primero, que la formación es diferente (se ríe). Nick (Nicholas McCarthy) dejó la banda, Julian Corrie se nos unió y, después del álbum, Dino Bardot también se metió en la banda. Igualmente, creo que el grupo nunca tocó tan bien como ahora, y este álbum es como una carta de presentación de un nuevo sonido de Franz Ferdinand. Con otras frecuencias, texturas sónicas, diferentes sabores que logramos inmediatamente. Esto es algo que quisimos hacer los tres (Bob Hardy, Paul Thomson y él), y cuando Julian se nos unió también nos permitió hacerlo. Se acopló inmediatamente.
-¿Cómo afectó musicalmente la partida de Nick y la llegada de Julian y Dino?
-Dino se nos unió para tocar en vivo. Y fue increíble tenerlo junto a Julian. Son grandísimos músicos, que tienen
mucha experiencia en la escena musical de Glasgow, así que la mezcla de ellos con nosotros fue bastante natural. No es que buscamos a algunos tipos de Los Ángeles o de Berlín. Estos tipos surgieron de la misma escena musical que nosotros, tienen el mismo sentido del humor que nosotros, la misma perspectiva y el mismo amor por la música. La salida de Nick... Bueno, fue un placer haber estado en la banda con él, de haber compartido tanto tiempo. Pero nadie lo extraña... Para él fue el momento de irse. Sí reconozco que cuando se fue nos preguntamos cómo íbamos a encarar la banda, pero nadie estuvo particularmente preocupado ni asustado al respecto. Sabíamos que estaba por venir algo bueno, y lo más importante era que podíamos seguir teniendo el mismo sabor, la misma identidad de Franz Ferdinand. -¿Por qué Nick se fue de la banda?
- (Piensa). Preguntáselo a él... -¿Cómo es el proceso para incorporar nuevas ideas musicales en un álbum de Franz Ferdinand?
-La clave es no tener miedo a hacerlo. Y creo que sólo le podemos sumar nuevas ideas si aceptamos y comprendemos nuestra identidad musical. Digo, si aceptamos quiénes somos o adónde vamos, nos permite ser aventureros, abrir nuestra mente, no ponernos ningún tipo de limitaciones. A partir de ahí, hablamos entre nosotros, nos ponemos de acuerdo o no, pero todo lo que sumemos no sonará extraño, ni nadie dirá que hubo alguna especie de “traición” musical. -Siempre dijiste que lo más importante de la música es cómo nos hace sentir. ¿Recordás la primera canción, artista o banda que te hizo dar cuenta de eso?
-Recuerdo muchas ocasiones en mi vida cuando tuve experiencias de ese tipo. Una es, y que la tuve también con este disco, con Yannis Markopoulos (músico griego). También fue mi primera vez en sentir la emoción de la música. Recuerdo a mi papá ponerle play a sus discos, y que él me pusiera en sus hombros para dar vueltas por la habitación, sintiendo esa adrenalina por bailar la música. Esa experiencia es milenaria, única. Es lo que nos hace ser humanos.
-¿Por qué pensaste en un clásico de la literatura estadounidense, como “Huckleberry Finn”, de Mark Twain, para escribir Huck and Jim? -Quise elegir un personaje de la historia, la literatura o mi experiencia, que resuma a los Estados Unidos. Y la primera figura que apareció en mi cabeza fue Huckleberry y su amigo Jim. Ese libro fue mi primera experiencia con la literatura americana. Mi papá me lo leía cuando era chico, y... (piensa). Cuando lo ponés en el contexto de tu comprensión adulta, hay mucha más profundidad. Dice mucho de nosotros, sobre la edad en que vivimos... Fue una era horrendamente defectuosa, que nos da pistas sobre nuestra época contemporánea, también con muchísimos defectos. Huck Finn se me vino a la mente y recordé que hay dos personajes principales en el libro (Huck y Jim). Cuando ambos se me aparecieron en mi cabeza, estaban allí en la forma en que los experimenté cuando era niño. Luego comencé a pensar en ellos como un adulto, y me pareció increíblemente conmovedor y reflexivo sobre nuestra situación actual. Es una historia de aventuras, con cosas muy lindas sobre los Estados Unidos, la libertad, descubrimientos, el apoyo de dos amigos. Pero, además, cuando pienso en ellos con una perspectiva de adulto, veo cosas terribles y por qué allí hay cosas que están jodidas. Porque Huck es un niño de 14 años que huye de su padre abusivo y alcohólico, y no tiene ningún sistema que lo apoye ni lo acompañe. Y Jim es un esclavo afroamericano que escapa y escapa sin parar... O sea, la historia estadounidense ahí mismo...
-¿Qué significado tienen las primeras líneas de la canción?
-Por lo general, escribo la música primero. Entonces, pensé en cómo sonar norteamericano. La primera línea de ese tema es: “We’re going to America/ going to tell them about the NHS” (“Estamos yendo a los Estados Unidos/ a contarles acerca del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido”), y la canción simplemente sonaba la cosa más americana que hemos hecho musicalmente. Como banda, no sonamos a estadounidenses. Sonamos... No sé cómo mierda sonamos, pero como norteamericanos, no. Capaz sonamos como escoceses, geeks, híbridos, griegos también (sus abuelos eran de Grecia)... No sé qué es, pero algo más europeo. En fin, me salió esa línea que te comenté y me pregunté: “Bueno, ¿ahora de qué hablo?”. Y era ese tiempo donde (Donald) Trump había tratado de desmantelar el Affordable Care Act (Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible), un principio humano de cuidar y tener compasión por el enfermo, ¿no? Además, en el Reino Unido, el NHS está siendo desmantelado, y eso es algo que hablo con muchos de mis amigos estadounidenses; la idea del cuidado de la salud y la idea de que es el corazón de la civilización.
-¿Qué esperás para el show en la Argentina?
-Espero algo loco, intenso, hermoso, como cada vez que tocamos allí, porque amo a los fans argentinos. No le temen a nada, son pasionales. No puedo esperar a verlos. ■