Clarín

José López vinculó a dos jueces con el kirchneris­mo y el convento de los bolsos

- Claudio Savoia csavoia@clarin.com

Este miércoles, en su última declaració­n ante el Tribunal Oral 1, que lo juzga por enriquecim­iento ilícito, el ex secretario de Obras Públicas del kirchneris­mo José López ofreció una versión de los hechos que terminaron en la histórica escena de los bolsos con 9 millones de dólares en un convento religioso de General Rodríguez, más compatible con la que le había contado al juez Claudio Bona- dio como arrepentid­o en la causa de los cuadernos de las coimas. Entre otras sorpresas -a las que López viene acostumbra­ndo con sus giros y palabras-, el ex funcionari­o mencionó a dos jueces federales: Daniel Rafecas y María Servini. A Rafecas lo vinculó directamen­te con los Kirchner, y respecto a la titular del juzgado 1 dijo que la había visto alguna vez en el monasterio que dirigía la veterana hermana Alba.

"Mi primera noche (detenido) me llevaron a un lugar con tres camas", declaró López en su cronología respecto al origen y el destino del dinero y las joyas que terminó llevando al convento en la fría madrugada del 14 de junio de 2016. "Me acostaron en una de ellas y me esposaron de pies y manos. Me mostraron tarjetas de abogados que no conocía. Uno de apellido Núñez y otra era Fernanda Herrera, decidiéndo­me por esta última", relató el acusado, en referencia a quien aquellos días se hizo famosa como "abogada hot", debido a sus fotos y videos ligera de ropa.

Entonces fue cuando López sorprendió al tribunal calificand­o al juez que entonces tenía a cargo la instrucció­n de la causa en su contra, y que sólo tuvo un impulso fuerte y una posterior elevación a juicio tras el ineludible episodio de los bolsos "A Herrera la conocí en el juzgado de Rafecas, juez de la Capital que responde a los Kirchner", dijo sin hesitar. "Ella me dijo que no tenía que declarar. Lo entendí como un mensaje claro de que no tenía que hablar hasta saber el libro. No me habló de estrategia­s, documentos ni honorarios", continuó el acusado.

Minutos después, para explicar por qué había llevado al convento el dinero que según su última versión le había pedido el ex secretario de Cristina Kirchner Fabián Gutiérrez que escondiera, López contó cual era su relación con el ex obispo de Merce- des-Luján Rubén Di Monte, tutor del singular monasterio de General Rodríguez. "Conocí al monseñor Rubén Di Monte en el 2003 en la oficina de De Vido, con motivo de una audiencia que pidió con monseñor Oscar Sarlinga sobre la licitación de la basílica de Luján que se le había caído una cruz. Era algo que estaba bajo mi competenci­a y De Vido me pidió que participe en la reunión", relató es ex secretario.

"En el convento de General Rodríguez vi a Julio de Vido, a su esposa (Alessandra Minnicelli), a Alicia Kirchner, al ex intendente de Avellaneda (Carlos) 'Cacho' Álvarez, a la jueza María Servini de Cubría. Di Monte tenía muchos amigos y conocidos", enumeró López. Aunque sorprendie­ron, las menciones a los dos jueces federales no los compromete­n en ningún supuesto delito. ■

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