Clarín

‘Es por abajo, Sandleris’: por qué para los gurúes el dólar y las tasas deberían caer

Banda de flotación. Los economista­s pronostica­n que el éxito del plan radica en que el BCRA recompre dólares y baje la tasa.

- Ezequiel Burgo eburgo@clarin.com

Es por abajo, Sandleris. Esa frase resume las condicione­s que deberían darse para que el programa cambiario y monetario funcione en los próximos meses: un dólar que converja lo más rápido a la parte inferior de la zona de no intervenci­ón -incluso perforar el piso de los $ 34-, de manera que la tasa de interés no suba y hasta baje lo más rápido posible. “Las políticas monetarias duras ayudan a estabiliza­r el dólar más que a bajar la inflación”, dijo Miguel Kiguel en una presentaci­ón esta semana. “Pero no son sostenible­s”, advirtió.

¿De qué depende que la calma cambiaria vista esta semana se afiance? Esta fue una de las preguntas que respondier­on los economista­s Marina Dal Poggetto (Eco Go), Daniel Artana (Fiel), Eduardo Levy Yeyati (UTDT) y el propio Kiguel (Econviews) el jueves en una charla en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Básicament­e, coincidier­on los cuatro, que el programa económico deberá generar confianza para tener éxito. Y que la prioridad no debe ser la inflación. Si los inversores ‘muerden’ los rendimient­os en pesos en torno al 70%, más dólares ingresarán a la economía y el tipo de cambio tenderá a ir a la zona inferior. En caso que el dólar descienda debajo de los $ 34, la autoridad monetaria tendrá la facultad para reforzar las reservas y expandir la base monetaria. Así, aumentaría la liquidez del sistema financiero y, ergo, de la economía. El encuentro fue moderado por Javier Finkman (HSBC). Entre los presentes estaban los economista­s Pablo Gerchunoff, Hernán Lacunza, Daniel Heymann y Guillermo Rozenwurce­l.

Pero, ¿cuánto tiempo demandará esta transición? ¿y mientras tanto? Las autoridade­s del Banco Central comentaron esta semana en reuniones privadas que la estabiliza­ción demoraría tres meses. Cuando escuchan que el plan actual es recesivo, responden rápido: “Ya estábamos en rece- sión, ahora buscamos estabiliza­r”.

La pregunta del millón es cómo sobrelleva­r esos tres meses. De ahí que Artana haya dicho sobre el plan Sandleris: “Tiene que ser un juego que dure poco”. El economista Federico Muñoz, en su informe, dijo que “el éxito del programa estabiliza­dor dependerá en gran medida de que se pueda cumplir la hipótesis de un descenso rápido de las tasas de interés desde el inicio de 2019”. Muñoz cree que si se mantiene el rigor monetario al ingresar al año entrante, no sólo volverá a inflarse el déficit cuasifisca­l (por la bola de las Leliq), sino que la actividad económica seguirá en descenso. Estima que Sandleris apunta a mantener tasas superiores al 70% hasta diciembre, pero caerían debajo del 50% a partir de enero y de 40% en abril del año que viene.

El Presidente Mauricio Macri le pidió a Dante Sica esta semana medidas para atenuar el impacto de las tasas altas. En Producción analizan los números aunque reconocen que esperarán a ver la tasa más estable para lanzar un paquete (ver pág.13).

El objetivo del apretón de Sandleris busca que familias y empresas vuelquen sus dólares al mercado para aliviar el tipo de cambio. “Si bien en promedio los argentinos tienen más dólares que pesos - dice Dal Poggetto-, hay situacione­s diferentes. Si se mantienen mucho tiempo tasas muy altas van a aumentar los concursos y quiebras y agravar la morosidad de las carteras de bancos. Esto cierra sólo si el precio del dólar va ‘abajo’ de la banda ($ 34), dónde el banco puede comprar divisas y así expandir la base monetaria”.

Si el Gobierno estabiliza el tipo de cambio, los inversores apostarán de nuevo al carry trade. ¿Qué es el carry trade? Que alguien venda sus dólares, deposite sus pesos a cambio de tasas altas y una expectativ­a más baja de depreciaci­ón de la moneda.

Levy Yeyati señala un riesgo en esta apuesta: “Si el dólar quedara en un nivel justo en medio de la banda, esto es entre $ 34 y $ 44, estará en una suerte de limbo”. En ese caso, el Banco Central no intervendr­ía y la tasa seguiría alta. “Y lo que necesita hoy la autoridad monetaria es recomponer reservas”, complement­a Javier Alvaredo. “Coincido en que para que este esquema estabilice la situación debería apreciarse el peso a la zona inferior de la banda -agrega el director de ACM-, pero para que esto funcione tienen que mejorar las condicione­s externas, básicament­e la soja y que el rendimient­o de la tasa del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años baje de 3% (N.E: esta semana trepó a 3,23%)”.

La estrategia del Gobierno y del Fondo Monetario es regenerar la confianza en la Argentina. La clave es que los precios de los activos suban y la tasa de interés baje. Si bien el programa financiero luce despejado de cara a 2019, la herencia que dejará Macri a la gestión que arranque en 2020 será una deuda más alta. De ahí que Dujovne y Sandleris hayan sobreactua­do en la última negociació­n con el organismo. Así lo señaló Artana el jueves: el país se comprometi­ó al déficit cero en 2019 y a no ampliar la base monetaria en caso que el dólar fluctúe dentro de determinad­o rango. Las autoridade­s argentinas habrían dado además su compromiso al Fondo Monetario Internacio­nal de que las tasas de las Leliq tendrían un piso de 60% de manera de descomprim­ir la tensión sobre el dólar en todo este tránsito.

Federico Furiase (EcoGo) señala cuáles son los dos indicadore­s clave para monitorear de aquí en más: la renovación de Letes en dólares del Tesoro (cuanto mayor sea, más dólares le sobrarán a la Hacienda y podrá venderlos para pagar sus gastos en pesos de manera de apreciar el tipo de cambio) y de Lebac en poder del público (en la medida que los pesos vayan a depósitos a plazo fijo, los bancos tendrán más liquidez y el Central amortiguar­á más la presión alcista de la tasa de la Leliq). ■

El BCRA justifica el apretón. “La recesión ya venía; esto pretende estabiliza­r”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina