Clarín

“El control”, la técnica de los ladrones para abrir un auto sin que se active la alarma

Usan inhibidore­s de señal que accionan en el momento en el que las víctimas cierran sus coches. Mientras vigilan que los dueños no regresen, roban plata y objetos de valor.

- Jorge Villarino policiales@clarin.com

Marlon dice que algunas veces hay que ser malo, otras astuto, y otras, descarado. Malo, para romper vidrios de los autos y robar el maletín que otro integrante de la banda marcó a la salida de una financiera o banco. Astuto, para entretener a la víctima y quitarle su bolso sin que lo note. Y descarado para trabajar con “el control”, como le dicen en Colombia al inhibidor de alarmas con el que los ladrones abren los autos de Buenos Aires y buena parte del país para robar las pertenenci­as.

El 18 de septiembre cuatro colombiano­s fueron detenidos en Ezeiza: abrían autos en estaciones de servicio. En mayo, los arrestados fueron dos chilenos. Se dedicaban a robar dentro de los autos estacionad­os de Nordelta. Hace menos de dos semanas, dos argentinos fueron capturados en la zona bancaria de Ramos Mejía. Se los acusa de 10 robos, todos en La Matanza. Casos similares se repiten en Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Neuquén, entre otras provincias. Nunca se llevan el coche. Solo buscan las pertenenci­as.

“Hay que acercarse al auto convencido de que uno es el dueño: entrar, relajarse, encender un cigarrillo y hacer las cosas normales. Y luego sí: ya con los guantes para no dejar huellas, revisar. El auto es una casa y usted tiene que encontrar lo que busca. Hay que tener paciencia. La paciencia hace al ladrón”, dice Marlon, quien recibe a Clarín en el patio de visitas de un penal federal.

Aunque cayó por otro delito, sabe de lo que habla. Cuando el centro por- teño se llenaba de policías tras un caso mediático, él se dedicaba a “el control”. Y explica: “Es un modalidad para la que usted tiene que invertir: como si fuera una empresa, debe moverse en un buen auto, gastarse entre 15 mil y 25 mil pesos del aparato, y tener buena pinta. ¿Se cree que en las zonas de plata no lo van a mirar si anda vestido de conjunto deportivo y gorrita? Hay que saber elegir a la víctima, tener paciencia, no desanimars­e y seguir hasta que el azar esté de su lado: hay socios que se han encontrado mucho dinero. Cientos de miles de pesos”.

¿Cómo funciona “el control”? Los asaltantes se posicionan a pocos metros de las víctimas y utilizan el inhibidor de señal en el momento en el que los dueños del auto activan la alarma, que en la mayoría de los casos se acciona en simultáneo con el cierre centraliza­do. Si la víctima no presta atención al sonido de la alarma (o la tiene programada para que no suene), se va convencido de que el coche está cerrado.

Los ladrones suelen elegir a las víctimas en base al valor de sus autos. Los siguen hasta que frenan en algún lugar o directamen­te los buscan en estacionam­ientos de shoppings o estaciones de servicio. Lo hacen ubicados a pocos metros, pasando desapercib­idos.

La banda siempre está comunicada. Uno de los integrante­s sigue a la víctima como si fuese una marca personal. Si el dueño del auto se sienta a comer, el encargado de su seguimient­o lo hará en la mesa de al lado. Si entra a comprar a un comercio, se hará pasar por otro cliente. Mientras tanto, uno o más cómplices desvalijan su auto.

Federico (prefiere no dar su apellido) tiene 35 años y recuerda que dejó su Volkswagen Passat en el estacionam­iento del Centro Comercial DOT, en el barrio porteño de Saavedra. Hizo compras durante menos de una hora y al regresar notó que le faltaban sus anteojos de sol. Estaba seguro de que habían quedado adentro. Cuando lo comentó en su trabajo, entendió lo que había pasado: “Varios compañeros tenían amigos o familiares que habían sufrido lo mismo en lugares de todo tipo: supermerca­dos, restoranes y hasta a la salida del colegio de

Las bandas suelen actuar en shoppings, estaciones de servicio y supermerca­dos.

sus hijos”, cuenta.

Un robo similar sufrió Mariano F. en la zona de Once, aunque en su caso todo fue más rápido. “Estacioné en Sarmiento y Larrea porque tenía que entregar mercadería. Bajé tres cajas del baúl y apreté la llave desde el bolsillo. Escuché un ruido como si hubiera cerrado, pero como tenía las manos ocupadas no chequeé la puerta”, cuenta el comerciant­e.

Luego cruzó la calle y caminó unos cinco metros. Cuando estaba por entrar al local un hombre le dijo que alguien se había metido en su C3 Aircross. “Pensé que era una trampa para robarme la mercadería. Tiré las cajas en el negocio y fui a ver qué pasaba. Adentro del auto no había nadie, pero cuando probé la puerta delantera comprobé que estaba abierta. Ahí vi que el asiento estaba corrido y que

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Detenidos. En mayo arrestaron a dos ladrones que buscaban a susvíctima­s en Nordelta.
 ??  ?? Secuestro. El inihibidor (al lado de los tres celulares) que usaba una banda detenida en septiembre.
Secuestro. El inihibidor (al lado de los tres celulares) que usaba una banda detenida en septiembre.

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