Ovación y respeto para los chicos tailandeses
Fueron invitados por el COI para que puedan compartir sus vivencias con atletas de todo el mundo.
Conmovieron al mundo durante más de dos semanas de angustia. Doce chicos, su entrenador del equipo de fútbol de los Jabalíes Salvajes y una cueva en el norte de aquel país que se volvió una pesadilla. Del 23 de junio al 10 de julio, cuando salieron los últimos cinco, en un esfuerzo que los propios equipos de rescate no supieron definir si había sido “un milagro, la ciencia o qué”. Después de eso, múl- tiples viajes y mimos para los chicos. Y un último destino, al menos por ahora: los Juegos Olímpicos de la Juventud.
Los chicos del Mu Pa (tal el nombre del equipo en tailandés), que se alojarán en la Villa con la delegación de su país, recibieron la invitación a la cita olímpica de parte del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach. Y fue el alemán quien, poco antes de finalizar su discurso, los presentó en sociedad. Ellos, con ese respeto tan propio, entrelazaron sus manos y se inclinaron mirando a ambos lados del palco en el que se encontraban.
“Recordamos al grupo de valientes jóvenes que estuvo atrapado durante 17 días en una cueva, demostran- do la importancia de los valores deportivos. Por eso los invitamos a compartir su experiencia con otros jóvenes atletas. Bienvenidos”, les dijo Bach para que las miles de personas que asistieron a la cita les regalaran una ovación. Fue otra caricia al alma luego de 17 días en que, mientras permanecían a 4 mil metros de la salvación, las autoridades determinaban si era mejor entrar de inmediato o buscar alguna manera de mantenerlos con vida para buscar otra opción que podía demorar hasta meses. Con un héroe (el rescatista Saman Gunan) que dejó la vida literalmente para salvar a los pibes. Y, pese a ello, un final feliz. Que ahora, en su primer viaje internacional tras el drama, los tiene en Buenos Aires. ■