Independiente se hizo fuerte y sonrió en la noche de las lesiones
Salieron lastimados Franco, Silva, Romero y Figal. Goles de Benítez y de Gigliotti para una victoria indispensable.
No era un partido más para Independiente por el cachetazo copero en el Monumental. Y tampoco lo fue, anoche aquí en Paraná, porque cuatro lesiones -que obligaron a salir a los jugadores- parecían complicarle todo, pero el Rojo se repuso con solidaridad, compromiso, voluntad y también por individualidades que hacen la diferencia cuando se encienden. Ganó 2 a 1 jugando desde los 5 minutos del segundo tiempo con diez jugadores. Por diversas lesiones, Franco, Francisco Silva, Romero y Figal salieron del partido que se recordará por la coincidencia fatídica y por haber superado esta adversidad.
La capacidad de reacción. Esa era una de las cuestiones que se iban a medir en Independiente tras la dura eliminación frente a River. Esa capacidad debía demostrarse, además, por otra arista: no perder más terreno en la Superliga.
Todo iba a comenzar complicado para el Rojo. A los 40 segundos, Comas y Pantaleone presionaron alto en una salida del fondo de la visita y ya le daban una sorpresa a Holan y compañía. Y dos minutos más tarde, otra ingrata novedad: Franco y Rescaldani se disputaban una pelota que iba por el aire y el delantero, sin querer, pisó el empeine del defensor y Franco, citado por Scaloni para la Selección, no pudo seguir.
Encima, hasta los 30 minutos el equipo de Avellaneda no pudo encontrar sociedades futbolísticas y se complicó con malas decisiones al intentar salir jugando. De hecho, Sperduti robó, tocó a Rescaldani y éste hizo revolcar a Campaña. Luego empezaron a ubicarse Hernández, Meza y Gigliotti. No entre sí, sino intentando encontrar sus lugares en el partido. Arrestos individuales protagonizaron lo mejor de Independiente.
Sin embargo, habría más malas noticias para Holan: Francisco Silva pidió el cambio por una molestia en su rodilla derecha y al finalizar el primer tiempo Silvio Romero hizo un gesto de dolor tocándose su aductor derecho. Martín Benítez entró por él.
A los cinco minutos del segundo tiempo la noche se oscureció del todo para el Diablo. Más noticias de la enfermería: Figal chocó en el aire con su compañero Hernández y el defensor se llevó la peor parte al caer mal. No pudo seguir pese a que intentó. Un golpe en la cadera dejó a la visita con diez. Otro que se iba derecho al vestuario: el cuarto. Tras esto, el partido parecía pasar a un segundo plano para el Rojo, que debió reorganizar como pudo su esquema y su estrategia con uno menos.
Para Patronato la situación surgía inmejorable. Pero no supo cómo, pecando de inocente en algunas ocasiones. Y ahí fue cuando Benítez, que ingresó muy bien, recibió un despeje en la medialuna, su remate se desvió en Lemos y se fue al gol. Con casi la misma fortuna, Gigliotti se encontró con un obsequio de Vera y definió sutilmente por sobre Bértoli. Parecía definido el partido, pero el orgullo le hizo buscar como sea una ilusión a Patronato. De penal (Silva la había desviado con la mano), Vera descontó. Después, Campaña -otro que estuvo en el piso, lesionado- le ahogó el empate a Garrido en el descuento.
Los de Holan, averiados y todo, volvieron a sonreir. Lo necesitaban. ■