“Con De Vido condenado, Argentina es un país mejor”, dijeron los familiares
Afirmaron que sienten que la Justicia está llegando. Y agregaron que el ex ministro “no es un chivo expiatorio”.
A las 8:23 del miércoles 22 de febrero de 2012, sus vidas cambiaron para siempre. Algunos sobrevivieron a la mayor tragedia ferroviaria de la historia, pero quedaron heridos sin remedio. En el alma y en el cuerpo, que hoy les sigue recordando el horror en cada nervio que duele, en cada lesión crónica, en cada noche sin dormir. Otros no viajaban en el tren pero el golpe fue tanto o más duro, porque perdieron a sus hijos, a sus hermanos, a sus parejas. En la última semana, ellos, los sobrevivientes de la tragedia y los familiares de las víctimas, sintieron un poco de alivio. Primero, con la prisión de Schiavi, Cirigliano y el maquinista Córdoba. Ayer, con la sentencia contra el ex ministro de Planificación. “Con De Vido condenado, Argentina es un país mejor”, resumió Paolo Menghini, el papá de Lucas, el joven cuyo cuerpo apareció entre los hierros retorcidos del tren dos días después del choque.
“Sentimos que la Justicia está llegando. Este humilde grupo de familiares hemos logrado una condena ejemplar para una persona que ostentaba un poder absoluto. Estamos satisfechos porque es una lucha que no ha claudicado”, agregó Paolo.
Es que sin la pelea de los familiares tal vez nunca se hubiera llegado a contar tantos condenados. Ellos sintieron siempre que la lucha no era pareja, porque enfrente estaba el ministro más poderoso de los 12 años de kirchnerismo.
En todo momento, De Vido intentó politizar el juicio, e insistió con que el maquinista Marcos Córdoba era el único responsable. Pero los familiares lo rechazaron de plano. “No es un preso político ni chivo expiatorio . Es un condenado y eso nos da mucha tranquilidad. No como familiares sino como argentinos. Un corrupto menos suelto”, aseguró María Luján Rey, la madre de Lucas. Y agregó: “Sólo los familiares sabemos lo que nos costó mantenernos de pie. Nos tildaron de golpistas, de ser movilizados por intereses políticos, y nuestro único interés era la Justicia”.
Los familiares y sobrevivientes sigueron cada paso de ambos juicios. El primero empezó el 18 de marzo de 2014 y terminó el 29 de diciembre de 2015. Pasaron más de 100 audiencias y 200 testigos. Luego, otra espera hasta la ratificación en segunda instancia, en mayo pasado. Por último, la resolución del viernes.
Siempre estuvieron en las salas de Comodoro Py, en todas las audiencias de los lunes y los martes, con sus carteles. Tuvieron que vivir momentos tensos, como cuando en el primer día del juicio se toparon cara a cara en el restaurante de los tribunales con Ricardo Jaime, que les dijo: “Yo trabajé mucho para que esto no pase”.
El segundo juicio, el que terminó ayer, había comenzado el 27 de septiembre del año pasado.
En el medio hubo una tercera causa, contra los tres bomberos que participaron del operativo para encontrar el cuerpo de Lucas Menghini Rey, pero que terminó en abril con la absolución de todos los imputados. ■