Nazaria, la monja que fue vecina de Villa Pueyrredón y será santa desde el domingo
En 1930, fundó una casa de su congregación en el barrio, donde solía visitar a los enfermos y asistir a los pobres. Murió en 1943, en el Hospital Rivadavia.
El domingo próximo, una vecina de Villa Pueyrredón será convertida en santa por el papa Francisco. Se trata de la Madre Nazaria, quien en el barrio donde vivió dejó nada menos que una sede de sus Misioneras Cruzadas de la Iglesia, una Congregación religiosa católica femenina de derecho pontificio. Pero ese no fue su único aporte: también dejó recuerdos vivos entre los vecinos.
“Ella visitaba a los enfermos por las tardes. Era increíble la atracción que ejercía sobre grandes y chicos. En el trayecto se le acercaban mujeres a pedirle consejos. Había que ver a los niños... venían como enjambres de abejas, se apiñaban para besarle la cruz, sus manos, el hábito”. Así lo recuerdan las crónicas que Juan Carlos Gastaldo, colaborador de la congregación en Villa Pueyrredón, le cedió a Clarín.
“Con los más pobres era más ama- ble y a todos invitaba al hogar -siguen los relatos de Gastaldo-. ¡Vengan allí!, les decía, ahí es donde van a encontrar consuelo a sus penas, nosotras hemos venido para eso... somos de ustedes”.
Gastaldo cuenta además que Nazaria Ignacia March Mesa “fue una mujer de aspecto alegre, de mirada profunda y atrayente. De estatura mediana, tirando a baja, cara redonda, ojos medianos y vivaces color ca- fé, nariz proporcionada, boca pequeña ( siempre esbozando una sonrisa). Era muy generosa, sacrificada, dispuesta al perdón, de memoria ágil, in- geniosa, sociable, sencilla en todo. Dormía muy poco, era rigurosa consigo misma y comprensiva con los demás”, recuerdan también en la congregación que fundó.
Nazaria nació en Madrid el 10 de enero de 1889. Formaba parte de una familia numerosa que por razones laborales se radicó en México.
En 1908, Nazaria ingresó en la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y en 1912 fue enviada a Bolivia, donde se quedó hasta 1925. En ese año, a pedido del Nuncio Apostólico, fundó en Oruro la congregación de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, para “hacer conocer al hombre el mensaje de Dios”.
Nazaria buscó suplir la escasez de sacerdotes llevando el Evangelio a los más alejados, a las minas, a los ranchos y a los mercados. Organizó y acompañó a desempleados y a agrupaciones campesinas y mineras, encabezó manifestaciones, movilizó a las mujeres desde la acción social fundando el primer sindicato obrero femenino, preparó a las hermanas para recibir y atender a los heridos y huérfanos de la Guerra del Chaco. Decía: “Comprendí que los pobres eran el mejor legado que Jesús me daba... de ellos lo recibiría todo en la Tierra y en el cielo”.
Durante los primeros años, la congregación se extendió por diversas
Le atribuyen un milagro post mortem: le llevaron sus reliquias a una moribunda, que se curó.
ciudades de Bolivia: Oruro, Cochabamba, La Paz, Potosí y Santa Cruz de la Sierra.
En la Ciudad de Buenos Aires fundó la primera casa de su congrega
ción en Villa Pueyrredón. Y se convirtió en una más para todo el barrio. El 6 de enero de 1930, día de la inauguración, ella escribió en su diario:
“En la Villa de Pueyrredón se levantará la primera Iglesia de Buenos Aires dedicada a Cristo Rey y a su lado se funda, en esa gran metrópoli, la Cruzada Pontificia… ¡Qué alegría siente mi alma!”
Y seguía: “Ahora, nosotras, ayudadas de su gracia, trabajaremos con todos los anhelos de nuestros corazones agradecidos, para que Cristo Rey reine como verdadero Rey en todos los corazones de los habitantes de Pueyrredón, puesto que al traernos como a tropa suya, es sin duda para que se los conquistemos y sea ésta la Villa donde más se le ame y se le sirva, como a verdadero Rey...” Más tarde. la Madre Nazaria inauguró más casas en Uruguay y en España, entre otros lugares. En la actualidad, su congregación está presente en 21 países.
Nazaria murió a los 54 años en el Hospital Rivadavia. Fue el 6 de julio de 1943. Sus restos descansaron en el Cementerio de la Chacarita. Luego fueron trasladados a la cripta de la capilla de la casa de la congregación de
Villa Pueyrredón y allí permanecieron hasta que, en 1972, fueron llevados a Oruro.
Fue beatificada en Roma por el Papa Juan Pablo II el 27 de septiembre de 1992.
Uno de los dos milagros que se le adjudican ocurrió con una vecina del barrio de Villa Pueyrredón, cuya hija iba al colegio que dirigían las hermanas de la congregación de Nazaria Ignacia.
La mujer, Agustina Ortiz de Jimé
nez, había sufrido complicaciones luego de un parto que la dejaron al borde de la muerte. Internada en el hospital Pirovano, las monjas le llevaron una reliquia de Nazaria Ignacia. No hay explicación científica para su curación, que fue repentina.
La Madre Nazaria es considerada una visionaria, porque apoyaba que la Iglesia Católica fuera al encuentro de la gente y no al revés, tres décadas antes de que el Concilio Vaticano II lo planteara.
El 26 de enero de este año el Papa Francisco firmó el decreto de cano
nización. Para la ceremonia del domingo viajaron al Vaticano vecinos y fieles de la parroquia Cristo Rey. Y en Buenos Aires, en el barrio donde vivió, también habrá celebraciones. Allí la gente considera a Nazaria como una vecina más y la llama “la santa de Villa Pueyrredón”. Por eso, la fiesta durará todo el fin de semana. ■