Clarín

El problema empieza con “G”, no con “M”

- Walter Schmidt wschmidt@clarin.com

En el universo de la Coalición Cívica, los motivos por los cuales Elisa Carrió dio marcha atrás, luego de exigirle al Presidente la cabeza del ministro de Justicia, son claros hasta la transparen­cia: el problema no es Macri, es Garavano. También Daniel Angelici, presidente de Boca y operador judicial.

“Yo no ando exigiéndol­e al Presidente la renuncia de un ministro, yo tengo mi mecanismo constituci­onal como diputada, que es el juicio político”, dijo Carrió a los suyos para argumentar por qué había tuiteado que nunca pidió la renuncia de Garavano sino que fue una broma. Por las dudas, dice haberlo decidido ella, sin el llamado desde ningún despacho del primer piso de la Casa Rosada. Para calmar las aguas, porque no le disputa la autoridad a Macri.

Está convencida de que Garavano tiene en el Ministerio de Justicia funcionari­os de Angelici que él mismo avala, como Juan Bautista Mahiques, subsecreta­rio de Relaciones con el Poder Judicial y representa­nte del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratu­ra.

Admiten los “lilitos” que el origen del enfrentami­ento tiene que ver con la causa de encubrimie­n- to de la AMIA donde -dicen- “Garavano se manejó como un representa­nte de la coporación judicial”.

Pero el cuestionam­iento va más allá. “Si te viene a ver el ministro de Justicia de un Gobierno y vos sos Lorenzetti, Irurzun o Lijo, para vos te está hablando el Gobierno. Y no puede ser Garavano. Le falta carácter y estatura política”, objetan. En un punto, en la Coalición coinciden con la UCR: “Macri tiene varios interlocut­ores ante la Justicia en lugar de uno solo, con peso específico”.

Desde el Ministerio de Justicia, primero aclaran y luego pasan al contraataq­ue. Dicen que el vínculo entre Angelici y Mahiques “es algo de lo que no forma parte el ministro”, que es una “relación orgánica con Cambiemos” porque este último es representa­nte del PEN ante el Consejo de la Magistratu­ra. Luego pasan a la ofensiva. “Garavano no tiene operador. Carrió sí, algunos amigos que se jactan de ser operadores en la Justicia”. E interpreta­n que para la diputada “el problema no es Garavano sino Cambiemos, que no hizo posible” que ella asumiera en la Comisión de Bicameral Permanente de Seguimient­o y Control del Ministerio Público.

Cerca de Carrió ahuyentan los fantasmas rupturista­s pero ponen límites. “Somos parte del Gobierno, contribuim­os a la conformaci­ón de Cambiemos y no vamos a entregar nada; vamos a pelear porque la impunidad no la negociamos”. ■

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