Jazz local con aires londinenses
“Casi todas las ideas salen en los aeropuertos: los nombres, los proyectos”, dice Daniel ‘Pipi’ Piazzolla, en la previa de la presentación del nuevo álbum de Escalandrum, Studio 2, que será hoy a las 21 en Ciudad Cultural Konex.
Y va al fondo de la cuestión: “Estábamos en una escala y nuestro manager, Horacio Sarria, viene y me dice: ‘Che, estaría bueno que el próximo disco lo grabemos en Abbey Road’. Yo lo tomé como un chiste, pero él no, y planificó todo como un maestro”.
El resultado es una colección de música original registrada en el mismo estudio en el que The Beatles dieron luz a la mayor parte de su obra, marcando un nuevo paso en la evolución del sexteto, que volvió a grabar temas propios cinco años después del lanzamiento de Vértigo.
“Studio 2, para mí, es un regreso a las fuentes. Es retomar lo que hicimos durante los primeros 10 años de Escalandrum, que abarcan cinco dis- cos, en los que grabamos música nuestra, propia”, explica Nicolás Guerschberg, pianista y responsable de cuatro de las composiciones del flamante trabajo.
Para Guerschberg, Studio 2 llegó en el momento justo. “Podríamos haberlo grabado antes, pero por suerte no lo hicimos. Porque pienso que las cosas tienen que llegar en determina- do momento. Y había que tener el espacio, el tiempo, la energía, y tal vez la experiencia de haber grabado antes los otros. Tanto los dedicados a Piazzolla, como el de música clásica. Eso creo que también nos fue nutriendo para tocar de otra manera este disco”, explica.
El cambio de barrio, no obstante, no modificó la manera de trabajar del grupo. “El repertorio que preparamos para este disco no tuvo un tratamiento muy diferente al que habíamos tenido en otras ocasiones. Y en realidad tampoco es muy diferente al approach que podemos tener con la música de otros compositores. Es cierto que, por ahí, la propia banda brinda otro grado de libertad, en la interpretación y, sobre todo, en el aporte individual que cada uno va haciendo para lograr el producto de final”, dice Damián Fogiel, uno de los saxofonistas del combo.
Aún así, haber pasado por el estudio londinense no fue una grabación más. Y Piazzolla, quien hace casi 20 años tuvo la idea de convocar a sus actuales compañeros de ruta, se encarga de dejarlo en claro: “Fue mágico, fue muy emocionante, fue muy lindo. Y esa cosa en la que yo no creía, sobre la mística del lugar y todo eso, al final era cierta”. ■