Los evangelistas en la Argentina se apartan de la campaña electoral 2019
En Brasil son clave, representan casi un tercio del electorado. Aquí, no apoyarán a ningún candidato.
que lo hacían con la Iglesia católicapara canalizar la ayuda alimentaria en el gran Buenos Aires.
En Brasil, las dos iglesias evangélicas más grandes (La Asamblea de Dios y la Iglesia Universal) le dieron un apoyo clave a Jair Bolsonaro, que estuvo cerca de llegar a la presidencia en primera vuelta. En el país vecino las iglesias pentecostales reúnen a unos 40 millones de fieles en condiciones de votar, lo cual repre- senta casi un tercio del total del electorado brasileño. Ese voto fue buscado por los distintos postulantes al palacio del Planalto.
En la Argentina, el mayor protagonismo evangélico en la vida pública llevó a que empezara a especularse con la posibilidad de que incursionaran en la política partidaria, sea a través de un partido político (en Brasil tienen una bancada compuesta por 87 diputados, además de tres senado- res), sea dando su apoyo a un candidato. Su involucramiento, directo o indirecto, no sería irrelevante porque -aunque no llegan al 40 % como en Brasil- constituyen más del 10% de la población (4,5 millones) y suelen ser disciplinados al votar si les bajan una línea de apoyar, por caso, a un aspirante contrario al aborto.
Consciente de esta especulación, que comienza a captar la atención de las fuerzas políticas deseosas de sumar voluntades de cara a los comicios presidenciales del año que viene, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA), la principal organización evangélica del país (que congrega a más del 80 % de los fieles), acaba de salir a aclarar su posición.
En un comunicado afirma que de ninguna manera fomentará la creación de “partidos políticos o líneas políticas ‘evangélicas’”. Va de suyo que tampoco apoyará una candidatura. Eso no quiere decir que no participe o tome partido de algún modo: ACIERA ya había adelantado que pedirá no votar a quienes promuevan la legalización del aborto.
“ACIERA como tal no tiene posición política, ni favorece una política partidaria determinada”, puntualiza. Eso sí, señala que -al igual que la Iglesia católica- “celebra y anima la inserción a título personal de creyentes que forman parte de las iglesias (que la conforman) en el campo de la política” como también en “toda otra actividad legítima y honrada” para contribuir al bien del país. En ese sentido, aclara que “ese compromiso cada uno lo lleva de acuerdo con su conciencia”.
La organización también le quita todo sentido partidario a la tarea social de sus iglesias, realizada de modo individual o en colaboración con el gobierno en sus diversos niveles. “Alentamos a nuestras comunidades a participar de manera mancomunada junto al gobierno nacional y a los provinciales y municipales (…) en todo aquello que implique una ayuda a quienes estén pasando necesidades económicas, físicas y emocionales” ya que “es uno de sus aportes a la sociedad”.
No obstante, considera que “es bueno aclarar que la tarea social que se realiza desde siempre en nuestras iglesias nada tiene que ver con una actuación política partidaria”. Y que se lleva a cabo de modo voluntario.
El trabajo social es relevante a partir de su gran inserción en las barriadas populares -sobre todo a partir de la década del 70 cuando los evangélicos comenzaron a multiplicarse con fuerza-, además de su permanente labor en la recuperación de adictos y en las cárceles.
ACIERA termina el comunicado expresando su apoyo a la educación sexual integral en los colegios, pero “respetando los idearios institucionales (de los colegios) y la educación ofrecida por los padres”.
De manera paralela, la Alianza Cristina de Iglesias Evangélicas reafirma su compromiso desde su fe de “contribuir a la paz social” en la Argentina. ■
No apoyarán candidatos pero llamarán a no votar a quienes promuevan la legalización del aborto.