Murió el hombre que fundó Microsoft con Bill Gates
Paul Allen estaba considerado un pionero de la informática.
El confundador de Microsoft Paul Allen murió ayer en Seattle, debido a complicaciones con un linfoma nonHodgkin. Hace apenas dos semanas había anunciado que estaba recibiendo tratamiento. La enfermedad le había sido diagnosticada en 1983, aunque había entrado en remisión. Lo confirmaron en su cuenta de Twitter, con una foto suya y una de sus frases: "Mientras trabajemos juntos, con urgencia y determinación, no hay límites a lo que podemos conseguir".
Mediante Twitter, Allen había informado que tenía un linfoma distin- to al relacionado con la enfermedad de Hodgkin, y había asegurado que estaba dispuesto a luchar agresivamente contra el padecimiento.
Pese a permanecer siempre a la sombra de su socio y amigo desde la adolescencia, Bill Gates, Allen era un apasionado de la informática y fue una figura clave en la creación del imperio Microsoft en 1975.
Allen estudió en la escuela de Lakeside, un instituto privado de Seattle, donde se hizo amigo de Bill Gates, quien a pesar de ser tres años más joven compartía un interés común por las computadoras.
Juntos fundaron Microsoft en 1975, y Allen fue un actor fundamental en el acuerdo para comprar un sistema operativo llamado QDOS por 50.000 dólares, el que dio inicio a MS-DOS.
En 1983, tuvo que renunciar a la compañía cuando se le diagnosticó la enfermedad de Hodgkin, un cán- cer del sistema linfático, que logró remitir tras varios meses de tratamiento y un trasplante de médula ósea.
Regresó a Microsoft en 1990, y la abandonó definitivamente en el 2000. Con el dinero logrado, Allen creó junto a su hermana Jody el conglomerado Vulcan Inc, que se encarga de gestionar sus inversiones privadas y sus tareas filantrópicas.
Allen fundó también un fondo de capital de riesgo especializado en servicios de cable y banda ancha, y participó en más de 140 empresas. Faná- tico de los deportes, era asimismo dueño de los Portland Trail Blazers, equipo de la NBA, y de los Seattle Seahawks, que compiten en la NFL.
Según la revista Forbes, con una fortuna valorada en 21.700 millones de dólares, Allen era la 44° persona más rica del mundo.
Destinaba gran parte de su fortuna a las donaciones. Su trabajo filantrópico incluye la creación de organizaciones dedicadas a la investigación como el Instituto Allen por la Ciencia del Cerebro, el Instituto para la In- teligencia Artificial y el Instituto de Ciencia Celular. Una de las instituciones a las que más dinero legó fue a la Universidad de Washington. En los años 80 aportó casi 18 millones de dólares para la construcción de una nueva biblioteca con el nombre de su padre, Kenneth S. Allen.
En 2003, donó US$ 5 millones para el centro de artes visuales Faye G. Allen, en honor a su madre. También colaboraba con la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, a la que donó US$ 3,2 millones. ■